Cómo evitar comprar por impulso
13 de Septiembre - 2018
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helado

El aroma que percibes en la tienda, la música que se reproduce y la ubicación de ciertos artículos no son accidentales. Están destinados a motivar tu decisión de compra. Por eso, se necesita disciplina para evitar comprar de forma impulsiva. En este artículo te compartimos algunas pautas para que comprendas que solo porque te gusta o está en “oferta” no significa que necesites comprarlo.

Define el propósito de tu compra y el tiempo
Cuando ingreses a una tienda hazlo con un propósito, por ejemplo: “Comprar unos zapatos negros de X rango de precio”. Esto te permite tener un plan con anticipación, de modo que serás mucho más racional y mantendrás tu mente enfocada, apegada a tu presupuesto. Además, usa el cronómetro de tu celular, pues cuanto menos tiempo pases en la tienda, menos daño le harás a tu bolsillo.

Calcula cuánto trabajo o horas de tu vida te llevaría pagar ese artículo
Este es un consejo poco usual pero efectivo. Su utilidad consiste en mirar a largo plazo lo que significa comprar ese artículo. Es decir, que en vez de calcular que te costará 4,000 pesos haz las multiplicaciones y divisiones de cuánto es eso en horas de trabajo o de tiempo invertido para conseguir que tus padres te den ese dinero.

Nunca vayas a comprar en grupo
Es cierto: ir a comprar con amigas y amigos es más divertido, pero en realidad cuando vas solamente tú es mucho más fácil comprar solo lo que planeas.

Busca gastar más en experiencias
Cuando se trata de hacer gastos e inversiones de dinero, optar por experiencias puede ser una oportunidad de ahorrar. ¿Por qué? Porque las experiencias suelen costar mucho más y para poder reunir todo el dinero, te limitas en el despilfarro diario. Al final, las experiencias también suelen dar mejores momentos y satisfacción.

Haz una lista de 30 días
Establece una nueva regla: “No puedo comprar nada (excepto necesidades) hasta que haya pasado un periodo de espera de más o menos un mes. Pon esta lista en diferentes lugares como un espejo, la habitación, la puerta de la nevera… y, así, cuando tengas ganas de comprar algo, tendrás que esperar este tiempo. El truco de esta recomendación está en que muchas veces el impulso habrá pasado y simplemente te darás cuenta que no era una necesidad.

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