Nos encontramos finalizando un año en el que la economía mundial se ha visto abocada al “Great Lockdown", como consecuencia de la crisis sanitaria.
La mayoría de las empresas han visto reducido sus niveles de venta, forzándolas a recortar gastos, a cerrar localidades de atención y servicios, y a reducir personal.
Además, ha sido necesario reestructurar líneas de crédito con instituciones financieras y establecer acuerdos de pago con suplidores, para lograr mantener el negocio en marcha y sobrevivir a la crisis pandémica de la COVID-19.
Afortunadamente, ya empiezan a sentirse síntomas de recuperación económica, al ver cómo los gobiernos flexibilizan las horas de apertura, mantienen ayudas impositivas y aplican medidas monetarias que permiten a las empresas reestructurar sus deudas y obtener nuevos productos de financiamiento a tasas muy atractivas para enfrentar la situación.
Es por tal razón que, de cara al próximo año 2021, las empresas deban observar bien su situación financiera y comenzar a planificarse con un presupuesto que les permita alcanzar los objetivos financieros de la empresa y evitar el cierre de sus operaciones.
En medio de tanta incertidumbre y de un entorno VUCA, el presupuesto se transforma en una herramienta realmente estratégica. Siempre ha sido un aliado para la toma de decisiones, pero ahora es más indispensable que nunca.
Al elaborar un presupuesto, se deben realizar muchas tareas para evitar que una mala planificación se torne en un impacto negativo para el negocio. Errores en el diseño de la elaboración del presupuesto pueden generar más problemas que ventajas.
Tu pyme debe ser flexible para asumir cambios y aprender a manejar por lo desconocido en los próximos meses y, seguramente, años. Un presupuesto con visión estratégica te ayudará.
Variables macroeconómicas
Lo primero que debe realizar toda empresa es evaluar el entorno en el que está compitiendo y las perspectivas de las variables macroeconómicas publicadas por el Banco Central de la República Dominicana.
¿Cuáles son esas variables?
- La inflación
- La devaluación del tipo de cambio
- Y la evolución de las tasas de interés
Estas tres variables tienen mucha relevancia sobre las pymes, ya que pueden impactar sus resultados económicos.
El presupuesto, si se concibe como una herramienta estratégica, puede dar una alerta que permita a la empresa tomar una decisión oportuna, según se presente el caso.
Pongamos ejemplos concretos. La inflación frecuentemente se utiliza como referencia para negociar precios con suplidores, al comparar el incremento de precios de los productos y servicios que se requieren para el negocio.
También la tenemos en cuenta para evaluar el incremento en el precio de los productos y servicios que ofrece la pyme al público final. Un incremento por encima de la meta de inflación debe justificarse con el valor agregado que ofrece el producto o servicio, si queremos seguir siendo competitivos en el mercado.
Pasamos a ver ahora la devaluación del tipo de cambio. Con esta variable podemos estimar los riesgos cambiarios que enfrenta la pyme.
En el presupuesto debe verse la exposición a esta moneda extranjera en activos y pasivos para realizar escenarios de devaluación de 5%, 10% o 15%. Solo así tendremos claro el impacto que puede afectar los resultados de la empresa en una u otra situación y prepararnos anticipadamente.
Como consecuencia de la crisis, la devaluación del dólar americano contra el peso dominicano ha resultado en alrededor de un 15%, provocando para muchas pymes que sus compromisos en dólares aumenten en esa proporción, así como también sus gastos en dólares americanos y la inversión para reponer su inventario de productos y servicios importados.
Tener en cuenta esto en la elaboración del presupuesto estratégico es clave para la supervivencia de la pyme.
Por último, y no menos importante, hay que hacer en el presupuesto el ejercicio de la exposición de riesgo con las tasas de interés.
Se deben revisar los activos y pasivos sensibles a tasas de interés, para ver cómo impactan los ingresos y gastos financieros de la pyme ante cambios importantes de esta variable.
Para el presupuesto 2021, deberías buscar la cartera de inversiones de corto plazo y estimar los cambios que las tasas de interés puedan sufrir, dependiendo de la tendencia marcada por las autoridades monetarias.
Actualmente, las tasas de interés están presentando una tendencia a la baja, por lo que es importante saber cuándo a tu empresa le toca renovar las tasas de sus instrumentos de corto plazo, pues los ingresos financieros podrían ser menores en términos relativos a los obtenidos en el año 2020.
Por otro lado, los pasivos sensibles a tasas generalmente son los financiamientos que la pyme tiene con instituciones financieras. Haz el mismo ejercicio, revisando la fecha en que se renuevan las tasas de tus préstamos y realiza ejercicios de sensibilidad, acerca de cómo podrían bajar estos gastos financieros y renegociar así las tasas con tu banco.
Tus metas de venta
Luego de revisar el entorno macroeconómico pasamos al siguiente paso, el cual consiste en establecer metas de venta.
Normalmente se utiliza el método de análisis histórico, evaluando la evolución del crecimiento de los años recientes; aunque muchos financieros critican este método, porque no permite que la empresa eleve sus niveles de venta y aumente su participación en el mercado en el que compite.
Este análisis histórico debe ser una referencia conservadora y no debe hacerse tomando en cuenta un año tan atípico como el año 2020, ya que es poco probable otra reducción sobre el nivel obtenido en este año.
Los ingresos por venta son el resultado de vender determinado volumen a un precio establecido. Ambas variables deben verse por separado y establecer metas que superen los niveles logrados en años anteriores.
Para fijar precio hay que realizar un sondeo de mercado, comparando la calidad del producto y el valor agregado ofrecido al cliente. Para los volúmenes de venta tienes que tomar en cuenta la capacidad del mercado y, de manera individual, los puntos de venta de tu pyme.
Se deben fijar metas retadoras, pero tomando en cuenta los límites que presenten tus puntos de venta para lograr proyectar ventas realizables.
Inversión en marketing, innovación y capacitación
Para impulsar las ventas también se requiere contar con un presupuesto de gastos de mercadeo e innovación. Estos gastos usualmente se analizan para recortarlos, pero no es posible mantenerse en el mercado sin hacer publicidad del producto o servicio para alcanzar a los clientes potenciales.
Del mismo modo, la innovación va de la mano, ya que en los tiempos actuales contar con un presupuesto de innovación es tener un fondo de supervivencia.
Hay muchos ejemplos de empresas que no invirtieron en innovación y quedaron rápidamente fuera del mercado, por ejemplo, Kodak, Blockbuster, Toys R Us, entre muchas otras. La innovación aplica a la pyme, tanto o más que a las grandes compañías.
Un ejemplo claro de ello es invertir para contar con una buena infraestructura que te permita sacar el máximo potencial a tu analítica de datos. El cliente ha cambiado, ¿conoces sus intereses ahora? Esa información es clave para maximizar las ventas.
En todo caso, esa innovación no llega sola o solamente invirtiendo en plataformas, sino que necesita de empleados cualificados. Por eso, tu presupuesto debe contemplar una partida para capacitación de tu personal. Es una palanca de inversión que ayudará al negocio a largo plazo.
En conclusión, el presupuesto muestra la viabilidad y potencial del negocio, en épocas de vacas gordas y, como ahora, en tiempos de vacas flacas.
Esta herramienta, cuando se plantea de forma estratégica, te servirá como guía para aclarar las incertidumbres en que tu empresa se va a ir encontrando durante el año próximo.
Anticipar esos escenarios de sensibilidad y realizar proyecciones, te permitirá estimar el impacto de nuevas iniciativas para lograr los objetivos originalmente trazados e ir sobre seguro. Estarás preparado para hacer frente a la incertidumbre del momento.