Seguramente has iniciado el año con
resoluciones nuevas que te gustaría lograr como
practicar la natación, llevar una
dieta más balanceada, leer más libros o dejar en el pasado tus malos hábitos. No obstante, los estudios han revelado que, al llegar el final de cada año, la mayoría habrá abandonado estas resoluciones.
Según un informe realizado por
Statistic Brain Research Institute, del 45% de la población que inicia el año con metas de bienestar y productividad, el 92% falla en alcanzarlas. Sin ir más lejos, el
80% de las personas las han abandonado para la
primera semana de febrero.
¿A qué se debe que abandonemos nuestras metas a medida que avanza el tiempo? Los motivos suelen implicar:
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Poca fuerza de voluntad. Nos planteamos metas que están de moda, pero que no se corresponden con nuestra disposición de adoptar las medidas necesarias para cumplirlas.
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Objetivos irreales. Si nuestros objetivos son muy ambiciosos, sin ningún tipo de retribución que nos incentive durante el camino, la tentación de abandonarlos será más alta. Lo recomendable es definir pequeñas victorias que nos hagan sentir que vamos progresando en dirección a nuestra gran meta.
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Falta de tiempo o una gestión deficiente del mismo. La falta de tiempo es la excusa por excelencia para no hacer ejercicio, leer o practicar algún pasatiempo. Aunque puede ser verdad hasta cierto grado, en la mayoría de casos damos prioridad a otras actividades, por lo que nunca encontramos el tiempo para cumplir con nuestras resoluciones.
Sin embargo, existe un motivo que, probablemente, sea el principal responsable de que
abandones tus metas a largo plazo y del que no se habla lo suficiente:
tu mentalidad.
Mentalidad fija y mentalidad de crecimientoEstos conceptos son parte de la teoría del “
mindset" o mentalidad, propuesta por la doctora Carol Dweck, profesora de Psicología de la Universidad de Stanford y reconocida investigadora de la Psicología Social.
Dweck sugiere que con una
mentalidad de crecimiento potenciamos nuestras oportunidades de éxito, ya que manejamos mejor las frustraciones y tendemos a esforzarnos para sobrepasar los obstáculos o dificultades que se nos presentan.
En contraste, una
mentalidad fija puede llevar a conductas y actitudes derrotistas, al sentir que, dada nuestra dificultad para ejecutar con éxito una tarea en un primer intento, el fracaso es inevitable.
La buena noticia es que
podemos cambiar de una mentalidadfija hacia una de crecimiento. Para ello, primero es importante que aprendamos a distinguir entre ambos tipos de mentalidades e identificar cuál es la más predominante en nosotros.
Una mentalidad fija es una
mentalidad determinista porque:
- Evita los retos
- Se da por vencida fácilmente ante los obstáculos
- Visualiza el esfuerzo como improductivo o incluso como algo malo
- Ignora las críticas, aunque sean constructivas
- Se siente amenaza ante el éxito de los demás
En cambio, una mentalidad de crecimiento fomenta un
sentido de libertad y control, porque:
- Acepta los retos como parte del cambio
- Persiste en las dificultades
- Comprende que el esfuerzo es el camino a la destreza
- Aprende de las críticas
- Encuentra inspiración en el éxito de los demás
En palabras, si cuando un proyecto no resulta como esperamos nos invade una sensación de que no damos la talla, que deberíamos abandonar o nos cuesta retomarlo, es posible que tengamos una
mentalidad fija. Esto se debe a la preconcepción de que
el talento y la destreza son innatos, algo con lo que se nace o no se tiene.
Si, por el contrario, vemos en cada reto una oportunidad de aprender y no nos tiembla el pulso para volver a intentarlo, probablemente tenemos una
mentalidad de crecimiento. Esto se debe a que percibimos cada dificultad como parte de nuestra
curva de aprendizaje y reconocemos que las
habilidades se aprenden, se desarrollan y se fortalecen con la práctica.
De este modo, si no logramos cumplir con nuestra resolución de correr nuestros primeros 10 K a las pocas semanas de empezar a entrenar, la mentalidad fija nos llevará a abandonar el ejercicio, mientras que la mentalidad de crecimiento nos hará entrenar con mayor disciplina para lograrlo en meses sucesivos.
El cambio de mentalidadSi llegados a este punto hemos identificado que necesitamos hacer un cambio de mentalidad hacia una de crecimiento, ¡Adelante! No solo es posible, sino que será
muy beneficioso para los distintos ámbitos de nuestra vida.
A continuación, compartimos tres pautas que esperamos te sirvan de orientación y motivación en este proceso:
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Reconoce tu curva de aprendizaje. Ten paciencia contigo mismo, date el tiempo y ten la perseverancia para aprender aquello que necesitas para llegar a tu meta. Al fin de cuentas, “Roma no se construyó en un día".
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Sal de tu zona de confort. Atrévete a aceptar retos y añádeles cada vez más complejidad. A medida que te vayas acostumbrando a la incertidumbre y veas los frutos de tu esfuerzo, ganarás confianza en ti mismo y tu capacidad de adquirir nuevas habilidades.
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Acepta que todos tenemos habilidades distintas, pero en cada una puedes progresar si te esfuerzas.
¿Cómo fomentar la mentalidad de crecimiento en los más pequeños?La autora Carol Dweck destaca en
su conferencia de TedTalk la importancia del
“todavía".
En su ponencia,
critica el modelo tradicional de evaluación del aprendizaje del sistema educativo. Apunta a que fomenta la mentalidad fija, donde se puede aprobar o suspender en base a los conocimientos que tienen al momento de ser evaluados, sin tomar en cuenta la curva de aprendizaje en la que se encuentra cada alumno.
Para contrarrestar este impacto, hace algunas recomendaciones para inculcar en los niños y adolescentes una mentalidad de crecimiento desde el hogar:
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Elogia con sabiduría. Evita caer en la trampa de elogiar la inteligencia o el talento, pues fomenta la polaridad de que “tienes talento o no lo tienes", “eres inteligente o no lo eres". Este tipo de elogios no admiten la posibilidad de aprender a desarrollar un talento y cierra la puerta a fortalecer un tipo de inteligencia. Lo recomendable es elogiar el proceso, el esfuerzo, el enfoque, los criterios.
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Premia el esfuerzo, la estrategia y el progreso. Esto fomenta la perseverancia y los hace valorar los aprendizajes del proceso. De este modo, se entiende que aquello en lo que se falló es mejorable.
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Cambia su mentalidad. Ayúdalos a salir de su zona de confort para aprender cosas nuevas y más complejas.
Los llamados
profesionales Knowmad son, sin dudas, un buen ejemplo de personas con mentalidad de crecimiento. Seguramente por esta razón es
el perfil más buscado por las empresas.Sigue estas pautas para ser más consistente en las metas que te marques a lo largo de tu vida.