Ahora que nos encontramos en una inserción progresiva en nuestra nueva normalidad, surge una pregunta que nos ha estado persiguiendo desde que inició la pandemia:
¿qué
hacemos con los niños cuando empiecen sus vacaciones de verano?
Durante la cuarentena, buscaste mil y una maneras de educar y entretener a tus hijos. Aprendiste rápidamente las
mejores estrategias educativas para
tener la escuela en casa.
Además de asumir su formación académica, coordinaste
actividades en familia que te permitieron aportar a su desarrollo, a la vez que disfrutaron momentos de integración.
Si te preocupa que el
año escolar acaba justo en el momento en que tu trabajo se intensifica, empiezan a surgir alternativas acordes a la nueva normalidad que vivimos y que pueden dotar a tus hijos de actividades durante sus vacaciones: los
campamentos virtuales.
¿En qué
consiste un campamento virtual?
Al igual que los campamentos presenciales, son programas de corta duración, donde se fomenta el aprendizaje mediante juegos, arte y actividades estructuradas, con la diferencia de que se realizan por medio de una
pantalla.
Algunos son especializados en la metodología STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés), dentro de la cual se incluye código y programación; otros, tienen un enfoque más humanístico, orientado hacia la literatura y la lectoescritura; mientras que otros, se concentran más en la creatividad y las
artes.
Su oferta se adapta a la edad de su público, que puede iniciar desde el primer año de edad, con algunos que llegan hasta los 18 años.
Apuntar o no apuntar, esa es la cuestión
A continuación te presentamos algunos argumentos que te gustaría considerar a la hora de tomar una decisión informada, sobre si darles una oportunidad a los campamentos virtuales o no.
Puntos a favor:
1.
Interculturalidad.
Una de las maravillas del universo virtual, es que rompe las barreras
del
tiempo y el espacio. Es decir, tu hijo puede participar en un campamento donde comparta con niños que se encuentren en
distintos países al suyo. Imagina un aprendizaje más enriquecedor que aprender sobre otras culturas e interactuar en un entorno
diverso.
2.
Multilingüismo.
Del mismo modo, si el niño está siendo
alfabetizado en
varios idiomas, los campamentos virtuales representan una gran oportunidad para que practique sus
conocimientos multilingües. En casi todos los países existen ofertas de este tipo de programas, así que puedes escoger uno que sea impartido en el idioma que desees fortalecer en el niño.
3.
Precio.
Nadie está dispuesto a pagar mucho dinero para tener que hacer el trabajo, y los coordinadores de estos programas lo saben. Por consiguiente, existen muchas opciones internacionales
gratuitas, así como opciones locales e internacionales a precio
moderado. El costo del campamento variará en función de los materiales que incluyan, que suelen venir dados por los coordinadores.
4.
Habilidades tecnológicas.
Un aspecto positivo que se ha obtenido de toda esta situación es que los jóvenes, al igual que los padres, han fortalecido su conocimiento y manejo de la tecnología. Con los campamentos digitales, tendrán oportunidad de continuar aplicando y fortaleciendo su conocimiento tecnológico.
Puntos en contra:
1. El desarrollo social.Uno de los principales factores que motivan a los padres o tutores a optar por campamentos de verano es que a sus hijos les brinda la oportunidad de
conocer y relacionarse con otros niños cara a cara. Por este motivo, cuando se habla de campamento virtual, muchos se cuestionan si el objetivo se lograría bajo este formato.
No obstante, los especialistas indican que el hecho de que la interacción sea digital, no significa que no aporte beneficios al desarrollo de
habilidades sociales e interpersonales. Después de todo, nos hemos estado relacionando a larga distancia los últimos dos meses.
2.
Más tiempo de pantalla.
Ya sabemos que en este contexto, la cantidad del tiempo de pantalla de los niños no es tan importante como la
calidad. A muchos padres les entra la duda de si resulta conveniente que inviertan más tiempo frente a una computadora.
Sin embargo, es útil distribuir el tiempo a lo largo del día y
establecer una rutina digital balanceda. Programa
actividades al aire libre con los niños para después de su campamento virtual y evita que se genere una codependencia hacia la tecnología en vacaciones.
3.
¿Quién acompaña al niño en las actividades?
Otro factor decisivo sobre los campamentos de verano, es que los niños son atendidos por un personal especializado
mientras los padres trabajan.
Sin embargo, en este contexto excepcional, es necesario preguntarse quién acompañará al niño durante las sesiones, en caso de que sea necesario. Puede que necesite la asistencia de un adulto para realizar las manualidades o experimentos que le proponen al otro lado de la pantalla
Si no cuentas con
disponibilidad de tiempo o con una persona que pueda acompañar a los niños, puede que esta opción quede descartada para ti.
Esperamos que estas informaciones te sirvan a la hora de considerar qué hacer con tus hijos durante las vacaciones de verano y decidir si darle una oportunidad a los campamentos virtuales.