La tecnología unida al Derecho ha dado como resultado el desarrollo de un nuevo concepto, el “legaltech". Este es un término que se refiere, a modo general, al uso de la tecnología de software para hacer más eficientes los servicios jurídicos.
Dentro del legaltech se pueden identificar tres tipos de tecnologías con objetivos distintos para el apoyo a los servicios jurídicos:
- Las que facilitan el acceso a los datos y su tratamiento (almacenamiento en la nube y soluciones de ciberseguridad que permiten el acceso remoto a información legal);
- Las herramientas de apoyo (gestión de despacho, de recursos humanos, contabilidad, nómina y tareas administrativas);
- Las soluciones de derecho sustantivo que ayudan o sustituyen el asesoramiento jurídico (automatización de contratos, revisión de documentos, cadena de bloques y contratos inteligentes).
Los servicios legales que se desprenden del concepto de legaltech tienen dos objetivos esenciales.
El primero lo constituye el hecho de contribuir con los abogados a que sean más eficientes en su labor; en tanto, lo segundo busca permitir a los usuarios acceder a la prestación de servicios jurídicos a través de las nuevas tecnologías.
Las firmas que incursionan en legaltech, por lo general, incorporan en sus equipos el uso de procesos simples, lo cual se debe ver reflejado en una buena experiencia del cliente, logrando con ello que este prefiera acudir a servicios prestados que se apoyan de estas plataformas tecnológicas para cubrir sus necesidades.
Orígenes del legaltech
El legaltech no es algo nuevo, a pesar de lo que muchos pueden pensar.
Uno de los puntos de partida de esta tendencia lo podemos identificar a finales de la década de los setenta y en la empresa estadounidense LexisNexis, pionera en ser proveedora de servicios legales mediante la introducción del terminal telefónico conocido como “UBIQ".
Este terminal permitía conectar a los despachos con enormes bases de datos legales y de jurisprudencia de las bibliotecas de los EE.UU., al acceso de cualquier profesional, pero en aquella época sólo al alcance de grandes firmas.
Su auge y casos de éxito
El desarrollo acelerado de las nuevas tecnologías exponenciales, el éxito de la prestación de servicios de todo tipo basados en plataformas informáticas, con su consecuente efectividad para la mejora de los procesos y la experiencia del cliente, ha impulsado en gran medida el legaltech.
Igualmente, la necesidad de incursionar en este terreno para lograr una mayor eficiencia de los servicios jurídicos ha impulsado también la adopción del uso de soluciones legaltech a nivel mundial.
En este último año se ha sumado a todo lo anterior el impacto de la COVID-19, que ha obligado a un modelo de trabajo en remoto a muchas firmas y ha dado como resultado un incremento exponencial de la promoción e implementación de iniciativas tecnológicas de este tipo.
Hay sectores como los servicios financieros, entre otros, donde soluciones de Inteligencia Artificial y robótica se están extendiendo rápidamente; en tanto, el sector legal va tomando esa velocidad de crucero.
Para hacernos una idea de la gran cantidad de proyectos que existen y se desarrollan en la actualidad en el ámbito de los abogados, citamos los siguientes ejemplos:
- Software Roberta es un robot abogado que con el uso de la Inteligencia Artificial gestiona un mejor servicio. Mediante esta herramienta se pueden hacer consultas vía web gratuitas, y en tiempos mínimos. Roberta da respuesta a las interrogantes planteadas. El robot ha aprendido en los últimos años de todos los abogados que le han consultado, las respuestas más efectivas y precisas que ha dado a las consultas, con el fin de garantizar un servicio rápido y eficaz;
- Onna es una solución, mediante la cual se procesan una amplia gama de documentos e informaciones legales para identificar informaciones importantes asociadas a alguna necesidad del cliente;
- Signaturit es un desarrollo tecnológico, que es capaz de redactar, corregir y supervisar todo el proceso de la creación de un texto, aportando servicios como la firma, identificación y sellado electrónico;
- Marketplaces, espacios en la web destinados a servicios jurídicos, tales como: ElAbogado o TuAppAbogado: Estos sitios permiten conectar con un gran número de profesionales, normalmente abogados, clasificados por ubicación o rama del Derecho con un gran volumen de usuarios que requieren de algún servicio legal;
- Software de reclamaciones, destacando entre ellos Reclamador. Estos programas informáticos permiten gestionar todo el proceso de una reclamación en distintos sectores de servicios comerciales.
- Terceros de confianza, aquellas soluciones tecnológicas que se dedican a certificar hechos que se producen en el ambiente digital, Coloriuris, eGarante, etc.; con esto se pretende solucionar uno de los problemas de la red, como es la volatilidad de contenidos y mensajes;
- Juicios virtuales, surgidos en razón al estado de emergencia y a las posteriores restricciones para la celebración física de audiencias, así como al incremento de asuntos que está llegando a los tribunales y viene a sumarse a los asuntos pendientes de la era prepandémica.
Prácticas en otros mercados y la implementación de iniciativas de legaltech
Es importante considerar que el legaltech requiere de capacidades tecnológicas y jurídicas. En todos los mercados que se desarrolla el legaltech es fundamental crear sinergias entre equipos tecnológicos y jurídicos para lograr la mejora del servicio prestado, tanto en el aspecto de facilidad y agilidad como en el de seguridad jurídica.
En el ámbito tecnológico existen buenas prácticas ampliamente desarrolladas para la creación de software; no obstante, sería necesario complementarlas con el aspecto jurídico en el ámbito del legaltech, dada la necesidad de satisfacer por igual la seguridad jurídica del servicio a prestar y no solo la del buen funcionamiento del software.
A este respecto, otro de los aspectos que también hay que vigilar de cerca es el impacto ético que pudiera acarrear de las decisiones tomadas por una Inteligencia Artificial, y que podría tener consecuencias legales en caso de un error de la máquina.
Cuando se logra articular adecuadamente, se pueden obtener diversos beneficios de una estrategia de legaltech. A modo de referencia podemos citar:
- Una gestión integral del despacho para hacer más eficiente todos sus procesos;
- Mejora del flujo de trabajo con los clientes y su captación;
- Organización de los documentos y contratos que los abogados redactan;
- Prestación del servicio en tiempo breve;
- Disminución de costos; y
- Ampliación del alcance de penetración en el mercado.
En definitiva, el legaltech resulta en una mayor eficiencia del servicio prestado.
Sin duda, la adopción de esta estrategia debe ir de la mano de una visión más global, orientada a la implementación de un negocio digital, donde el legaltech será una de sus piezas pilares.
Pero está claro que aprovechar temprano la coyuntura de esta tendencia en los despachos de abogados puede generar un salto cuantitativo y cualitativo para quienes incursionen en este ámbito: más y mejor negocio.