Es posible. De hecho, es necesario. Se puede crear riqueza, empleo y al mismo tiempo solucionar una problema social o medioambiental, a través de un emprendimiento diseñado con ese fin.
Si sientas la pasión por emprender un proyecto empresarial, pero al mismo tiempo quieres ayudar a una comunidad o al planeta, deberías considerar esta modalidad de empresa.
Empezamos por la definición. Se llaman emprendimientos sociales a aquellos que se enfocan en solucionar uno o varios problemas de índole social identificados previamente. Su prioridad es el impacto positivo y perdurable que pueden ejercer, ya sea en el nivel económico, mejorando las condiciones de determinados colectivos con necesidades, o en el nivel medioambiental, promoviendo nuevos hábitos de consumo o procesos de fabricación respetuosos con el entorno natural.
Estas organizaciones son claves para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas debido a que crean valor económico, trabajo y riqueza y al mismo tiempo buscan resolver los principales retos que afectan a la sociedad en sentido general.
Todos pueden aportar y generar valor, alineando sus acciones a los ODS, ya sea desde el nivel individual o familiar como, por supuesto, desde el plano empresarial. Hay 17 objetivos y 169 metas asociadas a las cuales dirigir los esfuerzos emprendedores.
Una empresa con esa visión social puede brindar soluciones efectivas a los efectos más perniciosos del cambio climático, innovar en productos, servicios y oportunidades de empleo para reducir la desigualdad social y económica, crear iniciativas que combatan la pobreza o el hambre con su oferta de valor, modificar los hábitos de consumo de la gente a través de la innovación social.
Además, los emprendimientos sociales están estrechamente relacionadas con la figura de los knowmads o nómadas del conocimiento, que son profesionales que desempeñan trabajos o emprendimientos relacionados con la creatividad y la resolución de problemas.
Detrás de un emprendedor social, hay un knowmad que ha detectado una situación social o ambiental que puede ser mejorada con la intervención de su empresa. Es gente dispuesta a invertir en proyectos empresariales que, además de ser rentables, innovadores y escalables, aportan un cambio cuantificable.
Es importante recordar que un emprendimiento social no es una organización sin fines de lucro. Es una empresa y su objetivo, como otras empresas, es ser rentable para poder ser sostenible en el tiempo y, en este caso, seguir impactando positivamente en la sociedad y el entorno natural.
En la República Dominicana hay muchos emprendimientos sociales dominicanos que han ido ganando terreno y ampliando su impacto en el mercado local. Por ejemplo, muchos de los proyectos ganadores de la cuarta versión de Impúlsate Popular tienen un claro compromiso con la comunidad y el medioambiente. Y lo mismo se ha visto en ediciones anteriores de este premio al fomento del emprendimiento joven.
¿Qué debes tener en cuenta para crear una empresa social?
- Seleccionar y estudiar la problemática que se intenta solucionar con la actividad de la empresa.
- Conocer al cliente e identificar cada uno de los públicos de interés de la empresa, tanto los que se beneficiarán como los que pagarán por el producto o servicio.
- Establecer el modelo de negocio, siempre respetando criterios de sostenibilidad y respondiendo al proceso con el que la empresa busca solucionar el problema. Es decir, si es con un nuevo producto o servicio, ofreciendo oportunidades laborales a personas en riesgo de exclusión o estableciendo procesos de fabricación con materiales reutilizables, reciclables o biodegradables.
Aquí tienes herramientas que acompañan tu emprendimiento, en función de la fase de desarrollo que se encuentre.
Definido e iniciado el proyecto, sería muy útil que trates de obtener una certificación que avale las operaciones de tu empresa como un emprendimiento social. De esta forma, tendrás mayores oportunidades de acceder a fuentes de recursos o financiamiento.
Además, si la filosofía del emprendimiento parte de esa visión social y ambiental, cualquier decisión de negocio debe ir acordes con dicha visión: desde la capacitación del personal, la inclusión de una cultura 3R, el mercadeo de los productos, las necesidades energéticas o la movilidad sostenible, entre otras. Todo debe girar en torno al eje de la sostenibilidad.
Las estrategias empresariales basadas en la creación de valor compartido tendrán éxito.
Si esta es tu situación, te ayudamos con nuestro portafolio de finanzas verdes Hazte Eco, para que puedas impulsar tu negocio de forma sostenible a un nuevo nivel, respetando el planeta.
Este tipo de emprendimiento llegó para quedarse, no solo por la urgente necesidad que tienen las naciones de preservar sus ecosistemas naturales y disminuir sus tasas de desigualdad, sino por la incorporación masiva a la economía de nuevas generaciones, los centennials, con una mayor conciencia social.