La educación STEM es el acrónimo que agrupa las disciplinas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas, por sus siglas en inglés (Science, Technology, Engineering and Mathematics).
Recientemente, a este acrónimo se le ha sumado la A, de Arts o Humanidades, resultando en STEAM, porque la visión humanista será un elemento central para saber gestionar la profunda transformación digital de la cultura actual, que tiene implicaciones éticas fundamentales.
El modelo STEM por sí solo pierde componentes claves que muchos empleadores, educadores y padres ven necesarios para que los niños prosperen y se adapten rápidamente.
El aprendizaje de estas asignaturas es muy importante para la formación de los futuros innovadores.
Los estudiantes STEAM toman riesgos reflexivos, participan en el aprendizaje experimental, persisten en la resolución de problemas, adoptan la colaboración y trabajan a través del proceso creativo.
Serán los innovadores, educadores y líderes del siglo XXI. En un mundo globalizado y cada vez más complejo, las empresas buscan profesionales con estos conocimientos.
Sin embargo, son perfiles que escasean. De hecho, la falta de profesionales con estas habilidades básicas para ocupar posiciones de trabajo en la industria de la alta tecnología fue el gran impulsor que dio origen a las STEM y, posteriormente, a las STEAM.
La cuarta revolución industrial requiere una fuerza de trabajo con estas nuevas habilidades, que van desde la automatización, la inteligencia artificial, la robótica avanzada o el internet de las cosas, al pensamiento crítico, la resolución de conflictos y la capacidad de adaptación al cambio, entre otras.
El inmenso desafío es que hay que preparar a los estudiantes para trabajos que ni siquiera hoy día existen.
Y es así que el perfil profesional del knowmad o nómada del conocimiento, con visión global y capacidad de adaptarse a las circunstancias, va ganando relevancia y será el más competitivo y requerido por las compañías en lo adelante.
Por esto, para enfrentar los nuevos retos de futuro, resulta muy importante preparar a los niños desde una edad temprana para que se orienten a estudiar asignaturas y carreras STEAM como base para su vocación y desarrollo profesional.
En el Grupo Popular contamos con el programa de becas Excelencia Popular, que precisamente se especializa en fomentar los estudios STEAM entre sus becados.
Aprendizaje colaborativo basado en proyectos
Estudiar con un enfoque STEAM requiere que se haga de forma interdisciplinaria y colaborativa, donde el aprendizaje de conceptos académicos se combina con lecciones del mundo real.
Los estudiantes aplican la ciencia, la tecnología, la ingeniería, las matemáticas y las humanidades en contextos que establecen conexiones entre el aula y el mundo que los rodea, a través de un aprendizaje basado en proyectos y trabajando en grupos.
Debe ser un entorno educativo fluido, dinámico y relevante para el mundo actual. La escuela se extiende más allá de sus cuatro paredes.
¿Cómo se logra en la práctica un modelo de educación STEAM?
Los maestros pueden introducir la enseñanza STEAM de formas variadas, apoyándose en recursos multimedia, que permitan la participación activa del alumnado.
La compenetración del profesorado es muy importante, pues podrán impulsar proyectos transversales, que se trabajen desde la óptica de diferentes asignaturas.
La configuración del aula para las clases STEAM es clave cuando se trata de implementar proyectos. Deben tener la máxima flexibilidad para poder reunir conjuntos de estudiantes que desarrollen una actividad o experimento en estaciones de trabajo grupales.
Cómo implementa un proceso educativo STEAM en el aula
Hay expertos que establecen seis pasos para crear un aula centrada en STEAM, sin importar el área que enseñe.
En cada paso, el alumno está trabajando tanto en el contenido como en los estándares artísticos para abordar un problema central o una pregunta esencial.
1. Enfoque claro. Los alumnos seleccionan una pregunta o problema que deben responder o resolver. Los profesores deben establecer con claridad este punto de partida, revisando que cumpla con un aprendizaje integral.
2. Detalles correlacionados. Los estudiantes inician sus investigaciones y van descubriendo relaciones entre las diferentes materias de estudios, que les permiten identificar por qué existe el problema y cómo abordarlo desde distintas perspectivas.
3. Descubrimiento. Es la fase de la investigación activa, donde los alumnos ven las soluciones al problema que no están funcionando y proponen sus propias soluciones. Los profesores ayudan aquí a los estudiantes a superar brechas o enseñar de forma explícita habilidades o procesos que les ayudarán en la creación de su solución.
4. Aplicación. Los alumnos pasan a la práctica, utilizando el conocimiento y sus habilidades para crear la solución práctica al problema inicial planteado, en una fase de prototipado.
5. Presentación. Es una fase importante poder compartir los resultados de sus hallazgos y la solución obtenida con el resto de la clase y recibir de este modo retroalimentación. Los estudiantes aprenden a dar y recibir comentarios.
6. Cierre del ciclo. Los alumnos tienen la oportunidad de revisar su solución e incorporar las reflexiones de los otros estudiantes, y producir una solución todavía mejor, si es necesario.
De todo esto, se obtienen ventajas para los adolescentes como las siguientes:
- Mejoran su proceso de aprendizaje a través de la exploración de los conceptos.
- Experimentan con sus propias manos, pueden ver cómo es el proceso, fallar y volver a construir.
- Les enseña cómo resolver problemas a través del uso de las habilidades de pensamiento crítico.
- Aplican los conceptos aprendidos a casos prácticos de la vida real.
- Se introduce a los jóvenes a futuras carreras relacionadas con las STEAM.
- Aprenden a trabajar en equipo, porque la colaboración es un componente importante de esta enseñanza
En un estudio llevado a cabo en 2016 en los Estados Unidos, se demostró que los estudiantes de primaria que recibieron nueve horas semanales de instrucción STEAM mejoraron sus logros en ciencias. Y en otro estudio anterior se vio cómo existe una conexión entre STEAM y la mejora de alfabetización, matemáticas y pensamiento crítico de los alumnos, lo que tiene un impacto positivo en su desarrollo cognitivo.
Actividades STEAM durante la pandemia
Aprovechando la situación de la pandemia, en la que la mayor parte de los jóvenes están estudiando desde sus hogares, podemos complementar sus estudios con algunas actividades que estimulen el uso de las STEAM.
Se pueden adquirir kits para realizar en casa tareas básicas STEM, así como también guías prácticas o tutoriales sobre cómo hacer experimentos con elementos básicos. Es una forma fácil de insertar a los adolescentes en el mundo de las STEM, orientándoles a las ciencias y creando en ellos conciencia sobre la conservación del medioambiente:
Fomentar la preservación del planeta en los más pequeños a través de este tipo de educación permite a los niños entender mejor la relación de la humanidad con la naturaleza y la necesidad de buscar alternativas para el modelo de producción económica actual.
Ellos son los consumidores de mañana, los que van a exigir productos y servicios respetuosos con el entorno natural, como el caso de las energías limpias o la movilidad sostenible.
Podemos fomentar el aprendizaje de las STEM en los adolescentes de diferentes formas:
- Inscribirlos en cursos virtuales donde puedan aprender estas materias.
- Acompañarlos en el armado de kits STEM para el hogar.
- Conectar el aprendizaje de las STEM con el juego a través de la gamificación.
- Habilitarles un espacio en el jardín o el patio para hacer prácticas de ciencias.
Si bien las iniciativas STEM son un inicio prometedor, el enfoque STEAM, incluyendo las Humanidades, es más abarcador, porque incluye el proceso crítico de creatividad e innovación.
STEM por sí solo no fomenta la creación y el ingenio, fundamental para la economía actual. Pasar al siguiente nivel, permite al niño experimentar con los principios de las prácticas artísticas, el diseño, los procesos de experiencia de usuario y el cuestionamiento crítico constante sobre los elementos éticos de toda innovación.