¿Mi inversión estará segura? Es la primera pregunta que muchas personas se hacen cuando escuchan sobre el mercado de valores dominicano. No es sorpresa, ya que el éxito de su desarrollo depende de que tanto los inversionistas como las empresas e instituciones que participan emitiendo deudas y acciones puedan confiar en la seguridad de los fondos recibidos y en la correcta utilización de estos.
En gran medida, esto ha sido posible gracias a la supervisión de la Superintendencia del Mercado de Valores de la República Dominicana, la prevención del lavado de activos y el financiamiento del terrorismo, herramientas que han aportado significativamente a lograr inversiones más seguras y confiables.
El auge del mercado de valores dominicano
Mientras el crecimiento exponencial de las transacciones en el mercado de valores dominicano continúa expandiéndose, incluyendo la reciente emisión de acciones públicas de una empresa dominicana, es responsabilidad de la Superintendencia del Mercado de Valores asegurar un clima de inversión positivo y fomentar negocios sostenibles a largo plazo.
Si estás pensando en realizar tu primera inversión, probablemente te preguntes cómo la Ley 155-17 sobre Lavado de Activos y el Financiamiento del Terrorismo protege tus beneficios.
¿Qué busca la Ley 155-17?
Primero, debemos comprender el objetivo de esta ley, contenidos en su Capítulo I:
Implementar un régimen de prevención y detección de operaciones de lavado de activos, financiamiento del terrorismo y de la proliferación de armas de destrucción masiva, determinando los sujetos obligados, sus obligaciones y prohibiciones, así como las sanciones administrativas derivadas de su inobservancia.
Cómo la ley protege tus inversiones
Al momento de su promulgación, el Gobierno dominicano puso en manos del empresariado y la sociedad un sistema que promueve los negocios seguros y garantiza el crecimiento del país sobre la base de una economía transparente y libre de recursos ilícitos.
Esta ley fomenta la estabilidad económica y el crecimiento sostenible, permitiendo al país obtener mejores calificaciones de riesgo por organismos internacionales, lo que proyecta seguridad y confianza en el mercado de valores.
El rol de los entes reguladores y los inversionistas
De acuerdo con los objetivos expresados en la Ley 155-17, los entes de intermediación financiera, así como los puestos de bolsa y las sociedades administradoras de fondos de inversión, deben realizar un proceso de debida diligencia a todas las personas físicas y jurídicas que deseen invertir, verificando el origen de los fondos y monitoreando constantemente las transacciones.
Por esta razón, al solicitar una cuenta de corretaje o suscribir cuotas en un fondo de inversión, es imprescindible presentar evidencia y justificación de ingresos, así como el origen lícito de los fondos.
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Por ejemplo, un inversionista que abre una cuenta en un puesto de bolsa debe demostrar el origen de sus fondos. Esto protege tanto a la entidad como al cliente, garantizando la transparencia y fortaleciendo la confianza en el sistema financiero nacional.
Un futuro prometedor para el mercado de valores
Cuando evaluamos el futuro del mercado de valores dominicano, aún existen pasos importantes y nuevas normativas por implementar para fortalecer su crecimiento. Sin embargo, la Ley 155-17 representa una base sólida que permite avanzar hacia un sistema financiero más seguro, transparente y confiable.
La apertura del mercado con la primera emisión pública de acciones marca un nuevo capítulo para el país, donde los inversionistas pueden participar de forma más activa, asumiendo mayor nivel de riesgo, obteniendo rendimientos variables y contribuyendo al desarrollo empresarial.
Inversiones sostenibles y seguras
Es fundamental que los inversionistas cuenten con la seguridad de que los entes reguladores están supervisando el cumplimiento de los programas de prevención de lavado de activos, lo que garantiza un entorno confiable para realizar inversiones sostenibles en el tiempo, que generen utilidad y estabilidad para todos los involucrados.