“Hay un solo niño bello en el mundo y cada madre lo tiene", expresó el poeta cubano José Martí. Es muy probable que si tienes un hijo curioso o espontáneo, sientas atracción a compartir con el mundo sus gracias e ingenios.
Si a esto se suma que, además de ser el más hermoso, piensas que tiene potencial de
niñoinfluencer, puede que te plantees crearle un perfil en redes sociales.
Sin embargo, antes de dar ese paso, debes analizar bien cómo esta decisión puede impactar la
seguridad de tu niño y de tu familia. Y si al final decides introducirlo al universo digital, hay algunas recomendaciones que podrías tener en cuenta
Edades mínimas
Cada plataforma digital tiene sus
políticas de “Términos y Condiciones". Sí, ese documento largo y de letra pequeña que en la mayoría de casos aceptamos sin leer.
En él se detallan los compromisos y libertades que tanto el usuario como la empresa asumen al habilitar un nuevo perfil. Entre estos, se especifica la edad mínima requerida para ser titulares de una cuenta.
En el caso de las más populares, como
Facebook, Instagram, Twitter, TikTok o Snapchat, la edad mínima requerida es de
13 años. Por su parte,
YouTube exige que el titular tenga, al menos,
14 años.
Puede que esta información nos parezca poco relevante, si nuestra intención es convertirnos en los
managers de los perfiles de nuestros hijos, es decir, ser los administradores de sus cuentas.
Sin embargo, debería despertar la inquietud acerca de los
posibles riesgos de ser parte de una plataforma social desde una temprana edad.
Riesgos de crear perfiles a los niños
Los padres de niños y adolescentes que manejan sus propias redes sociales suelen preocuparse por algunos riesgos evidentes, tales como:
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Ciberacoso o cyberbullying. Consiste en someter insistentemente a otra persona a intimidación, humillación o miedo, por medio de plataformas digitales. Para más información, puedes consultar
esta página de UNICEF.
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Grooming. Es un tipo de engaño pederasta, en el cual un adulto se hace pasar por niño para establecer una relación de confianza con su potencial víctima.
Adicción. Si viste el documental
“The Social Dilemma" en Netflix, sabrás que existe un
debate ético complejo en torno al rol de las redes sociales en nuestras vidas. Entre otras cosas, son plataformas de comunicación que están diseñadas para ser adictivas: mientras más tiempo pases en ellas, ingresos generas para la empresa de esa red social. En consecuencia, cada vez hay más
centros y programas de rehabilitación para las adicciones al internet y a las redes sociales.
- No obstante, sería un error asumir que no estamos exponiendo a nuestros niños a ningún riesgo solo porque, como adultos, somos menos susceptibles a estos peligros.
- Y no es así. Somos adultos y, sin embargo, somos susceptibles, cada vez más, a los
ciberataques, en muchos casos, por descuidos o por
no seguir las mínimas recomendaciones de seguridad cuando navegamos en internet.
- Los adultos, además, pecamos de
compartir tanta información confidencial en redes sociales y en otros entornos digitales, que nos hacemos vulnerables a cualquier tipo de ataque. Pensamos que no tenemos nada interesante para los ciberdelicuentes y nos equivocamos, porque
nos engañan.
- Como se puede observar en el
experimento social que compartió la Federación Belga del Sector Financiero, Febelfin, compartir demasiados datos personales en Internet tiene esas consecuencias.
- En ese sentido, cuando publicamos fotografías e información personal de nuestros hijos pequeños, debemos tener en cuenta que:
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Es su imagen y es su derecho. Toda la información que compartimos se sumará a la imagen pública que creamos de nuestro hijos, lo cual tendrá un impacto en cómo sus seguidores los perciben. Ellos serán quienes reciban críticas y juicios de valor, no nosotros. Y como cualquier ser humano, tienen derecho a su privacidad.
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La información online siempre es pública. Incluso si configuramos el perfil para que sea privado, en el momento que hacemos una publicación, perdemos control de su alcance. Siempre es posible que alguien tome una captura de pantalla y lo comparta con otras personas, en cuyo caso se podría difundir de manera exponencial e imparable.
La privacidad de tu cuenta no garantiza la seguridad de la información.
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Pueden ser víctimas de un robo de identidad. Como hemos indicado, la información que compartimos en línea es fácil de robar y ser utilizada para fines ilícitos por parte de personas malintencionadas. Y la
suplantación de identidad en las redes sociales es más habitual de lo que puedes pensar. Ponle ojo y educa a tus hijos: eres responsable de su protección.
Puedes proporcionar información sensible. Si lo analizamos, es increíble la cantidad de información que proporcionamos solo con una fotografía. En muchos casos, detrás de la carita alegre de nuestro niño se puede distinguir el lugar en el que la foto fue tomada, el horario en el que niño suele estar ahí y cuáles actividades le gustan. Sin quererlo, ofrecemos mucha información que ponen en peligro nuestra
seguridad física, no solo virtual.
Recomendaciones
- Puede que a pesar de lo expuesto, las redes te parezcan una herramienta muy útil para
acercar a tu pequeño a quienes están más lejos. Es probable, entonces, que sigas decidido a crearle un perfil a tu hijo para que tus familiares y amigos cercanos vean su desarrollo en su día a día.
- En ese caso, te dejamos algunas recomendaciones para que lo hagas con la mayor seguridad posible:
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Configura la privacidad de la cuenta, de manera que solo los amigos que aceptes previamente puedan ver el contenido.
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Solo acepta a personas de confianza, como un círculo exclusivo de amigos o familiares. Rechaza las solicitudes de personas desconocidas o conocidos, e incluso amigos, con los que no tienes un trato tan cercano.
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Reporta cualquier cuenta que envíe comentarios, mensajes o que tenga un comportamiento extraño, amenazador o irrespetuoso.
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Sé selectivo con la información que compartes, asegúrate de no revelar datos que comprometan la seguridad de tu familia.
Esperamos que estas informaciones te ayuden a tomar una decisión informada, velando por la seguridad y el bienestar de tu familia.