Los siguientes elementos debes saber evaluarlos tú mismo, aunque hayas externalizado esta tarea
¿Revisas los niveles financieros de tu pyme?
Tienes que revisar tú mismo si hay un buen flujo de caja en tu pyme, si hay suficientes ingresos, o si es necesario reducir los gastos para tener más posibilidades para invertir –aunque tengas ingresos–.
¿Controlas tu fondo de maniobra?
La salud financiera se ve en el fondo de maniobra. Es la diferencia entre los capitales permanentes y el activo fijo en tu pyme. Tiene que haber una parte de la financiación a largo plazo dirigida a financiar activos a corto plazo.
¿Controlas el nivel de cash-flow?
Debes controlar los flujos de caja en tu pyme: que los plazos en los que tienes que cobrar los ingresos sean suficientes para hacer frente a las obligaciones de pago. Si tus clientes te pagan a dos meses y tú pagas a tus proveedores a uno... o juegas con los tiempos, o con los fondos propios, o te endeudas.
¿Cuidas los plazos de cobro y de pago?
En la medida de lo posible, tienes que ser capaz de ajustar los tiempos de cobro y de pago en tu pyme. No es lo mismo cobrar los ingresos a 180 días y pagarlos en cash o a 30 días que viceversa: pagar a 60 días y cobrar a 90 días. Es necesario que no se te desequilibre.
¿Analizas la composición del beneficio?
Hay que comparar el beneficio de tu pyme con el previsto en el plan de negocio, para ver su evolución, pero, sobre todo, para analizar su composición. No es lo mismo que tu beneficio venga de la actividad ordinaria de la empresa a que venga de liquidar un inmovilizado.
¿Distingues entre beneficio y caja?
Una cosa es beneficio y otra cosa es la caja de tu negocio. Puedes tener caja y no tener beneficio en tu pyme. En el beneficio entran los ingresos, lo que vendes, pero si cobras a 180 días, realmente no tienes dinero para afrontarlo. El beneficio no deja de ser un concepto contable. La caja es real.
¿Evalúas la rentabilidad de tu pyme?
Este ratio es más útil que analizar los beneficios –que también tienes que evaluar–. Una cosa es tener margen y otra cosa es tener rentabilidad. Al final el margen es una comparación que tienes en la cuenta de resultados entre ingresos y gastos, y la rentabilidad de tu pyme es un concepto en el que también interviene la eficiencia.
¿Mides el rendimiento económico?
Evalúa la rentabilidad financiera de tu pyme, este indicador te permitirá conocer la remuneración correspondiente a los fondos propios, condicionada tanto por el rendimiento de tus inversiones como por el nivel y coste del endeudamiento.
¿Reflejas los costes en el precio?
Al final, de lo que vendes en tu pyme no es sólo el margen del coste directo, sino también las imputaciones de costes que van al producto: transporte, comercialización... Tienes que ver si con ese precio le ganas dinero o no al producto.