La República Dominicana ocupa un lugar privilegiado dentro el archipiélago del Caribe y, siendo parte de las Antillas mayores, goza de una extensa geografía dotada de preciosos paisajes.
Con sus 1,288 km de costas y sus islas adyacentes, sus ríos y embalses, es todo un paraíso de recreo para el turismo náutico. Su posición como isla “hub" es ideal para aquellos viajeros que navegan desde Norteamérica y van camino a adentrarse en el Caribe.
También lo es por ser el mejor resguardo para las embarcaciones durante la temporada ciclónica, denominándose "huracane hole", lo cual convierten a nuestra isla en el lugar idóneo para visitar en una embarcación.
Podríamos definir el turismo náutico recreativo como toda actividad que involucre un medio flotante y que pueda ser aprovechada por el hombre para su entretenimiento o sustento.
Kayaks, tablas de surf, kitesurf, windsurf, los veleros en toda sus formas y gamas, lanchas y yates forman parte de los equipos aprovechables para tales fines, constituyendo un segmento del negocio turístico importante.
El desarrollo de una estrategia para fortalecer el crecimiento de todas estas actividades del turismo náutico recreativo significa un impacto directo a sumar al aporte del sector turismo al PIB del país y a la generación de empleos.
República Dominicana tiene la necesidad que establecer las condiciones para potenciar este subsector turístico y desarrollar la industria de la navegación recreativa a nivel nacional, lo cual crearía una demanda de servicios que impulsaría las economías circundantes donde se instalen facilidades náuticas.
Realmente se trata de una industria turística que moviliza múltiples servicios y dinamiza por completo una economía local. Desde el alquiler de embarcaciones y atracaderos, a las reparaciones y ventas de equipos, la presencia de escuelas de capacitación o las industrias de aprovisionamiento a embarcaciones visitantes, solo para mencionar unas cuantas. Todo esto forma parte directa de la industria náutica recreativa.
República Dominicana cuenta con multiples facilidades donde se puede disfrutar de actividades náuticas, y realizar tours a islas y cayos, alquilar embarcaciones con sus capitanes y ayudantes para practicar el turismo de pesca deportiva o simplemente de un paseo costero para disfrutar de los paisajes paradisíacos de la costa.
Clubes náuticos privados y marinas deportivas ofrecen estas instalaciones y servicios a los interesados en todas las costas del país. Entre las principales zonas y áreas de navegación recreativa, podemos enumerar:
- Club Náutico de Montecristi, desde donde podras visitar los manglares y la isla Cabra.
- Punta Rucia y sus yoleros para visitar Cayo Arena.
- Bahía de Luperón, parada obligatoria para los veleristas por ser el mejor resguardo para embarcaciones durante la epoca ciclónicas en el Caribe. Allí se está levantando Limestone Park, un proyecto ecoturístico con una marina en seco y un astillero.
- Ocean World Marina, en Puerto Plata, una marina con excelentes facilidades para yates de gran calado y eslora.
- Marina Puerto Bahía, en Samaná, que ofrece multiple facilidades para servir a las embarcaciones.
- Atracadero turístico de Miches, un atractivo ecoturístico en esta parte de la región Este del país.
- Club Náutico Cabeza de Toro, en La Altagracia.
- Marinas de Punta Cana, Cap Cana y Casa de Campo: todas ofrecen servicios de primer orden, en adición a estar enclavadas en los resorts más prestigiosos del país.
- Club de Caza y Pesca en Río Dulce, La Romana, con una flota para alquiler de alto estándar.
- Club Náutico de Boca Chica y Marina Zarpar ofrecen al vistante, en adición a sus facilidades, la cercanía de la Ciudad Primada de América, Santo Domingo.
- Marina Bartolomé Colón, en la ría oriental del Ozama, con vistas espectaculares de la Ciudad Colonial
- Club Náutico de Haina, con facilidades de muelle seco y taller de reparaciones.
- Club Náutico Las Calderas, Peravia. Hermoso club de la Armada de la República Dominicana.
Todas estas facilidades han contribuido al desarrollo de las comunidades donde están instaladas, ya que no solo son los servicios directos a las embarcaciones que tienen demanda, lo cual genera empleos especializados, sino que también se benefician artesanos con ventas de recuerdos turísticos, restaurantes, hoteles, tiendas de equipos, supermercados, bancos, entre otras. Es un propulsor de la economía local.
Hay que tomar en consideración, además, que hablamos de un turismo de mayor calidad en el gasto, por el perfil de los turistas y viajeros que lo disfrutan. Es un turismo de alto poder adquisitivo, puesto que demanda una cantidad de servicios específicos que van más allá de las necesidades de alojamiento, comida y desplazamiento del turista promedio de sol y playa.
Diversas fuentes calculan que entre los gastos gubernamentales, los gastos propios de la marina y los gastos en servicios complementarios, un velerista invierte diariamente más de US$270. Es, por tanto, un segmento que promueve una gran derrama turística.
Según datos de 2018 de publicaciones especializadas, el turismo náutico movía anualmente en el mundo más US$3,000 millones directos y, solo en EEUU, generaba más de 650 mil empleos, entre directos e indirectos.
Se calcula que una marina de 400 amarres genera en promedio cerca de 61 puestos de trabajo directos. Así que tomando en consideración los 1,500 amarres que existen en las diferentes marinas del país, excluyendo los clubes náuticos, podemos estimar unos 229 empleos directos. Sumemos a esta cifra, todos los negocios relacionados indirectamente con la actividad y tendremos una fuente de empleo considerable.
Como país isleño, debemos de explotar nuestros recursos marinos de forma sostenible, potenciando el turismo de velero como un complemento a la oferta turística existente y una forma de diversificarla. Para ello, hay que trabajar en mejorar los accesos y acondicionamientos, facilitar los procesos burocráticos, adecuar las legislaciones vigentes y aumentar la seguridad a los veleristas. Por igual, debe promoverse el país de forma internacional como punto náutico.
A nivel mundial el turismo náutico recreativo está en crecimiento y aquí el potencial también es grande. De hecho, alentado por este auge, el pasado año las principales marinas recreativas de República Dominicana conformaron el primer Clúster de Marinas Recreativas y Deportivas, una iniciativa impulsada por la Autoridad Nacional de Asuntos Marítimos (Anamar).