Este 2020, además de la pandemia del coronavirus, nos trae como novedad la celebración de una nueva fecha acordada el pasado año por la Asamblea General de la ONU.
El organismo internacional adoptó la resolución para designar cada 7 de septiembre como
Día Internacional del Aire Limpio por un Cielo Azul, a partir de este año.
Al resaltar esta fecha, invita a todos los estados miembros, a las organizaciones civiles, nacionales e internacionales y todos los interesados a que observen de manera apropiada este día, apuntando a la posibilidad de aumentar la cooperación internacional en apoyo a las medidas de todos por lograr un
aire limpio.
Sin aire no puede haber vida, pero respirar
aire contaminado nos condena a una vida de enfermedades y reduce considerablemente nuestras expectativas y calidad de vida. Entonces, ¿qué tan importante es el cuidado de la calidad del aire que respiramos?
La
Organización Mundial de la Salud (OMS) califica la contaminación atmosférica como
el mayor riesgo ambiental para la salud humana y una de las principales causas evitables de muertes y enfermedades en todo el mundo.
Naciones Unidas calcula que el 92% del mundo está expuesto a un aire contaminado que causa aproximadamente
6.5 millones de muertes prematuras cada año, entre ellas, muertes por accidente cerebrovascular, enfermedad respiratoria crónica y cáncer de pulmón, así como de una cuarta parte de las muertes por ataque cardíaco.
Pequeñas partículas invisibles de contaminación penetran nuestros pulmones, nuestra sangre y nuestros cuerpos. Es un asesino invisible.
En los países en vía de desarrollo, esta contaminación afecta de manera especial a los grupos más desfavorecidos, que a menudo están expuestos a altos niveles de contaminación del aire en las actividades que realizan diariamente.
La
contaminación del aire está en nuestro entorno, no es posible escapar de ella y es una tarea en la cual no tenemos excusas para no actuar.
Dentro de los grupos más afectados, los niños son los que enfrentan el mayor riesgo. A nivel mundial, se estima que
el 93% de los niños respiran aire que no cumple con los estándares de calidad que presenta la OMS. Como consecuencia de esto, unos 600 mil niños mueren prematuramente cada año. Además, la exposición al
aire tóxico también perjudica el desarrollo del cerebro, lo que ocasiona discapacidades cognitivas y motoras, exponiendo a los jóvenes a un mayor riesgo de enfermedades crónicas en el futuro.
A nivel mundial, alrededor del 60% de los fallecimientos relacionados con la contaminación del aire en interiores se producen entre mujeres y niños.
La ONU pone de relieve la necesidad de fortalecer la
cooperación internacional a nivel mundial, regional y subregional en diversas esferas relacionadas con la mejora de la calidad del aire, que incluye la investigación, recopilación de datos y el desarrollo conjunto e intercambio de mejores prácticas en esta materia.
En República Dominicana es una tarea pendiente poder tener medidas e información relevante sobre la calidad del aire de nuestro país, crear estaciones permanentes de monitoreo que nos permitan el
manejo de datos a gran escala para tomar mejores decisiones en la mejoría de la calidad del aire y en beneficio de todos.
Existe una oportunidad latente de colaboración entre distintos sectores de la economía nacional, donde se unan los esfuerzos y recursos necesarios para empezar a medir la calidad del aire que respiramos.
A inicios de 2020 se reportaron unos 125,571 casos de
afecciones respiratorias en el país, sin contar con las afecciones ocasionadas posteriormente por el COVID-19.
En el estudio realizado en 2009 por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales se determinó que
el Distrito Nacional era el territorio más contaminado por monóxido de carbono, causado por los vehículos de motor de combustión interna, la generación eléctrica, la refinación de petróleo y la fabricación de productos no minerales.
Otros estudios realizados por distintas universidades locales también alertan sobre los niveles de contaminación que superan los parámetros establecidos como seguros para la salud humana.
Desde el Grupo Popular, entendemos la importancia de aportar a la mejoría de la calidad del aire desde nuestra actividad productiva y ser catalizadores de las condiciones necesarias que incentiven las nuevas tecnologías que garanticen una mejor calidad del aire para todos.
Por ello, trabajamos partiendo de las principales líneas de recomendación de la OMS para mejorar la calidad del aire en las distintas actividades que realizamos cada día:
-
Sector Industrial: impulsamos la utilización de tecnologías limpias que reduzcan las emisiones de gases contaminantes.
-
Sector Energético: Somos el principal financiador de la generación de energía limpia del país.
-
Transporte: Incentivamos la modernización del parque vehicular del país con la utilización de vehículos que no dependan de combustibles fósiles para su movilidad.
-
Planificación urbana: Ofrecemos facilidades para la modernización y mejoramiento de la eficiencia energética de los edificios y cargadores eléctricos para vehículos híbridos y eléctricos.
-
Gestión de desechos: hemos incorporado en todas nuestras actividades diarias la separación y recuperación de los recursos reutilizables de nuestras operaciones y también llevado el mensaje a todo el país por medio de nuestros programas educativos, que apuntan a mejorar los hábitos de consumo de todos los dominicanos y a ocuparnos por mejorar nuestro medioambiente.
-
Energía fotovoltaica en sucursales: un gran número de nuestras oficinas funciona gracias a la energía del sol, situándonos como
el mayor productor de energía fotovoltaica para autoconsumo en el país. El proyecto ha sido reconocido precisamente por Naciones Unidas como
NAMA (Nationally Appropriate Mitigation Action), siendo la primera vez que la República Dominicana aparece en este registro internacional de Naciones Unidas. Los NAMA distinguen políticas y acciones que los países emprenden como parte de su compromiso para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
-
Siembras de árboles: Por más de 20 años venimos aportando a la recuperación de la capa boscosa del país, logrado sembrar a la fecha más de
350,000 árboles en 5,155 tareas. Este esfuerzo se traduce en la captura de unas 112,000 toneladas de CO2. que apuntan a mejorar la calidad del aire y la calidad de vida de todos. Para 2030 anunciamos nuestro compromiso de haber sembrado más de un millón de árboles.
Todas estas acciones nos han permitido convertirnos en la primera organización financiera dominicana con una
certificación de carbono neutral, un paso muy importante para nosotros para contribuir con un medioambiente más limpio y, en particular, con un aire más respirable.
No hay duda que la contaminación del aire es una
emergencia mundial para la salud pública. Es un riesgo para todos sin importar edad, educación, zona de residencia o nivel socioeconómico. Nos afecta a todos y todos debemos actuar para mejorar la calidad del aire que respiramos.
Un aire más limpio nos hará más saludables, protegerá nuestros entornos naturales y ayudará a lograr los objetivos climáticos globales.