La ansiedad parece ser un mal de fuerte incidencia a nivel global. Según un informe de la Oficina para la Salud de la Mujer en el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, los trastornos de ansiedad afectan a aproximadamente 1 de cada 5 adultos tan solo en los Estados Unidos. Y las mujeres tienen más del doble de posibilidades que los hombres de experimentar un trastorno de ansiedad en su vida.
En ese sentido, recientemente el Foro Económico Mundial situó la salud mental como el sexto riesgo global para el 2022 y uno de los elementos que más se ha deteriorado desde que empezó la pandemia del Covid-19. De acuerdo a una encuesta realizada por esta organización internacional, entre los factores causantes de este deterioro se inscriben el incremento de la soledad y aislamiento social a raíz de la pandemia que se está traduciendo en episodios de ansiedad y depresión.
Pero, ¿cómo hacerle frente a este mal silente que muchas enmascaran con sonrisas? Estos 10 elevadores del ánimo relámpago pueden disparar tu bienestar, mejorar tu humor y darte una perspectiva vital más optimista.
1. Date un “baño de sol"
Justo al despertar el alba, aprovecha los primeros rayos de luz para elevar tu ánimo. Los rayos de sol de la mañana energizan, tu cerebro segregará serotonina, un neurotransmisor también conocido como la hormona de la felicidad, y eso te hará sentir bien: reducirás la ansiedad, vas a estar de mejor humor, reducirás el estrés y tendrás menos hambre.
2. Dúchate con agua tibia
¡El agua es bendita! Y la tibia tiene efectos milagrosos en el estado de ánimo. De acuerdo a Karen Steinberg, profesora de siquiatría en la Escuela de Medicina de la Universidad de Conneticut “los efectos sicológicos que tienen el calor y el agua, así como la calma que proporciona el ritual en la ducha, aclararan la mente, alivian el estrés físico y hacen sentirse renovado y listo para lo que venga". Y si quieres incrementar sus resultados: canta mientras estás en la ducha. De acuerdo a Sid Kirchheimer y Gale Maleskey, autores de Energy Forever (Energía para siempre), esto activarás tus pulmones y tus cuerdas vocales y, por ende, te llenarás de energía.
3. Perfúmate
Ciertos aromas tienen el poder de disparar positivamente el estado de ánimo. Según el doctor Alan Hirsch, autor del libro Life's a Smelling Success: Using Scent to Empower Your Memory and Learning (La vida es un éxito olfativo: usando los aromas para potenciar la memoria y el aprendizaje) los perfumes dulces con esencia de frutos y vainilla reviven memorias asociadas con mimo y ternura. Estas 'sabrosas' fragancias te llevarán a recordar los días felices de tu infancia, y esas memorias condicionarán positivamente tu estado de ánimo cuando te las apliques.
4. Abraza la naturaleza. Las investigaciones más recientes señalan, por consenso, que entrar en contacto con el verde, trabaja sobre la depresión y la vista cansada, además de proporcionar armonía y empatía. En un estudio aparecido en Journal of the American Medical Association se demostró que contemplar la naturaleza reduce el estrés y baja la presión arterial. ¡Sal a dar un paseo por el parque y contempla la maravilla de la naturaleza!
5. ¡Sonríe!
Arquear los labios, aunque a veces sientas que no tengas razones para hacerlo, actúa instantáneamente en la forma en cómo te sientes. De hecho, estudios recientes han probado que “fingir una sonrisa puede levantar el ánimo, reducir el estrés, estimular el sistema inmunológico y posiblemente hasta prolongar la vida". ¿Qué esperas para mostrar tus perlas?
6. Sube el volumen
Pon a 'bailar' tu estado de ánimo. Subir el volumen de la canción que te gusta te pondrá en una mejor frecuencia. De acuerdo a Kathleen Hall, autora de A Life in Balance (Una vida equilibrada), con tan solo oírla la dopamina y las endorfinas, que son neurotransmisores relacionados con el placer, se elevarán, ayudándote a liberar la tensión contenida te harán sentir feliz mágicamente. Y si le haces el coro a tu artista cantando, ejercitarás tus pulmones y cuerdas vocales y te llenarás de energía.
7. Disminuye el azúcar
¿El helado eleva el ánimo? Sí y no. Los alimentos dulces proporcionan un impulso energético efímero y agudo, al que le sigue una caída igualmente abrupta de la energía cuando el azúcar en la sangre regresa a sus niveles iniciales. Como explica Beth MacEoin, autora de Natural Power: Boost Your Immune System (Poder natural: mejora tu sistema inmunológico), una vez que sientas ese repentino bajón en los niveles de azúcar, es muy probable que respondas de manera instintiva ingiriendo más dulces, para así tratar de volver a elevar ese destello de energía que será cada vez más breve.
8. Detén la culpa interna
Nuestras emociones son consecuencia directa de los pensamientos y éstos vienen determinados por algún tipo de situación que nos crea malestar. Esas largas sesiones en las que mentalmente te latigas porque las cosas no salieron como planeaste, terminan por socavar tu confianza y disparar tus niveles de estrés. Detén ese piloto automático interno y en vez de obsesionarte con la perfección y culparte, baja tus expectativas irrealistas. Si tienes expectativas muy altas, en lugar de enfocarte, te paralizarás, y tu ansiedad se disparará. Acéptate como una persona con fallos, imperfecciones. Recuerda: eres humano y tienes derecho a fallar.
9. Muéstrate frágil
No te guardes tus emociones, sobre todo las negativas. Busca a un amigo de confianza y desahoga eso que te atormenta, para obtener una nueva perspectiva. Porque probablemente en tu cabeza le estés dando una dimensión negativa errada. De acuerdo a una publicación de la revista Psychosomatic Medicine las mujeres que reprimen sus sentimientos y enfado tienen más probabilidades de sufrir depresión, padecer síndrome de colon irritable o incluso... ¡morir!
10. Prémiate
¡Te has portado bien! Pues prémiate comprándote algo nuevo. Un informe del Journal of Consumer Research encontró que comprar algo que realmente quieres te hará feliz por mucho más tiempo que si sólo compras algo práctico. O regala a otra persona: dar un obsequio puede ser más placentero y terapéutico que recibirlo, de acuerdo a una investigación conjunta entre la Escuela Booth de Negocios de la Universidad de Chicago y la Escuela de Administración Kellog de la Universidad Northwestern, ambas en Estados Unidos.