Tu presupuesto mensual puede estar teniendo importantes fugas de efectivo por lo que te llevas a la boca. ¿Cómo? Lo que entras al carrito del supermercado podría estar adelgazando tu economía familiar y afectando tu bolsillo al improvisar con tus compras. Por eso te ayudamos a definir una estrategia de ahorro para que adquieras lo que realmente necesitas sin que te prives de lo que te gusta.
Define un presupuesto
La política y educadora en Harvard Elizabeth Warren, autora de All Your Worth: The Ultimate Lifetime Money Plan (Todo su valor: El plan para el dinero de por vida), acuñó el término “Presupuesto 50/30/20". ¿En qué consiste este método? Propone que reserves un 50% de tus ingresos para tus necesidades (comida, combustible, tarjeta de crédito…), un 30% para tus deseos u objetivos y un 20% para tus ahorros. Definir exactamente cuánto dedicarás al mes a la alimentación, establece límites en tus gastos y evita que te excedas en tus compras.
Haz una lista
Quizás ya la hagas, pero ¿estás cansada de hacer la lista de la compra a mano? ¡Usa una app! Existen decenas de aplicaciones que te pueden ayudar a gestionar un inventario con todos los productos que necesitas del supermercado. Bring!, Google Keep, Listonic… son algunas de las que prometen ayudarte a hacer compras más eficientes y recortar gastos innecesarios.
Evalúa la despensa
Haz una revisión exhaustiva de los productos y alimentos que se consumen habitualmente en tu hogar: esos deben encabezar la lista de compras del supermercado. Descarta de tus anotaciones aquellos que llevan en tu despensa más de un mes. Hacer un plan de menú semanal te ayudará a proyectar qué vas a utilizar de tu despensa y, por ende, qué comprar en el supermercado.
Compra lo justo
El chef Joe Randall, fundador de la escuela culinaria que lleva su nombre, propone que no llenes tu congelador con alimentos que podrías olvidar y después tener que tirar a la basura cuando se dañen. Te propone que compres solo lo que necesitas en el momento para que estén más frescos.
Revisa la fecha de caducidad
Busca en las etiquetas la fecha de vencimiento de los alimentos antes de comprarlos y estima si los consumirás antes de que se deterioren. Según la Organización de Consumidores y Usuarios de España, en ese país va a parar a la basura un tercio de los alimentos que se producen, un total de 7,7 millones de toneladas cada año. Gran parte de este desperdicio se debe a que las grandes cadenas alimenticias se ven obligadas a quitar de la circulación alimentos que superen tanto la fecha caducidad como la fecha de consumo preferente. Eso sin sumar la cantidad de alimentos que se tiran en los hogares cuando estos han superado su vida útil. Piensa en la cantidad de comida dañada que has tenido que desechar solo en este año.
También, aprovecha a tu favor que los supermercados rebajan el precio de productos cuya fecha de caducidad está próxima. Si los vas a consumir, pues adelante, cómpralos: puedes ahorrar dinero.
Prefiere las marcas blancas
Las marcas blancas son las propias del supermercado. Es decir, productos que suelen venderse a precios inferiores y prometen la calidad de marcas de renombre que cuestan un poco más. Puede que tengas creada una gran fidelidad con marcas establecidas, pero atreverte a probar las marcas blancas puede hacer la diferencia: ¡Te ahorrarás un montón de dinero!
Evita las tentaciones
Los supermercados y las “góndolas sorpresa", esas que se ubican en lugares que no se corresponden con el esquema del lugar, están diseñadas para ser tentadoras. Resiste la tentación de tomar alimentos innecesarios y concéntrate en tu lista.
Ve a varios supermercados
Eso de que en la variedad está el gusto no puede ser más literal. No te 'cases' con un solo supermercado. Analiza y aprovecha las ofertas que ofrece cada uno sobre los productos que te interesan. Es probable que inviertas un poco más de tiempo, pero reducirás tus gastos. Y, sobre todo, aprovecha esos días en que los vegetales y las carnes se ofrecen a un precio más conveniente.
Saca ventaja de tus compras
Aprovecha las ventajas del consumidor frecuente y los planes de fidelización que ofrecen algunos supermercados: tarjetas con promociones y descuentos, bonos u ofertas especiales para sus clientes habituales. Evalúa si merece la pena tomar la decisión de, por ejemplo, sacar una tarjeta de crédito que ofrezcan para sacar mayor provecho a tu bolsillo.
Estos pequeños, pero significativos trucos, harán que tus finanzas no se vean afectadas por las compras de la comida.