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El sonido y el estilo del nombre de tu marca deben sugerir a que se dedica tu pyme. Por ejemplo, si el nombre de tu marca es ÑumÑum, esto sugiere comida. ÑumÑum no debe ser el nombre de una empresa de servicios financieros, sería confuso y no mostraría compromiso.
También es importante su claridad y poder descriptivo. El nombre de tu pyme debe ir en la línea de la industria, actitud, enfoque y metas del negocio. Esto no significa que el nombre de tu marca deba contener el producto o servicio. Más bien, debe capturar la esencia, la experiencia y los beneficios de la marca de una forma oblicua o sugerente.
Para ser memorable, el nombre de tu pyme o marca debe contrarrestar la tendencia del cerebro para olvidar. ¿Cómo se logra esto? Anclando el nombre de marca a otro sentimiento, actitud o sensación. Algunas sugerencias para crear nombres de empresas memorables son hacerlo corto y único.
Procura que sea fácil de pronunciar y que sea moderno, no sigas sugerencias desactualizadas. Haz un esfuerzo por que sea único, de hecho, hay razones neurológicas por las que tu marca debe ser única. Siempre y cuando no sea muy extravagante, una marca única se queda en la mente de las personas.
Una marca es un signo que permite diferenciar los productos o servicios de una pyme de los de las demás. Las marcas pueden consistir en palabras, letras, números, dibujos, fotos, formas, colores, logotipos, etiquetas o combinaciones de estos elementos que se empleen para diferenciar el origen de los productos o servicios. En algunos países, los lemas publicitarios también se consideran marcas y se pueden registrar como tales en las oficinas nacionales de marcas.
Asimismo, cada vez son más los países que permiten el registro de formas menos tradicionales de marcas, tales como un único color, los signos tridimensionales (por ejemplo, la forma de un producto o su embalaje), los signos sonoros (sonidos) y los signos olfativos (olores). Además de la protección de los logotipos y de los nombres comerciales, en algunos países las empresas del sector farmacéutico recurren a la protección de las marcas para proteger la forma o el color distintivos de los productos farmacéuticos (como las cápsulas o los comprimidos) y su embalaje.
La protección de las marcas se obtiene mediante el registro, y, en algunos países, a través de su utilización. Aun cuando las marcas puedan protegerse a través de su utilización, conviene que las pymes registren la marca presentando la solicitud adecuada en la Oficina Nacional de Propiedad Intelectual (ONAPI). Aunque puede variar la duración de la protección, las marcas registradas están protegidas durante 10 años. El registro puede renovarse indefinidamente (por lo general, durante períodos consecutivos de 10 años) a condición de que se paguen las tasas de renovación en el plazo estipulado.