Este tiempo de incertidumbres económicas por la pandemia es propicio para aprender más sobre el mercado de valores. En esta ocasión te contaremos los riesgos que debes evaluar antes de invertir y algunos consejos para mitigarlos.
Lo primero que debes tener claro en tu mente es que todas las inversiones tienen un riesgo, aunque lo importante es conocer cuál es nuestro apetito como inversionistas para asumir cada uno de esos riesgos. Aquí te mencionamos los más importantes:
Riesgo de liquidez: ocurre en el mercado de renta fija, cuando el bono no se puede vender a un precio razonable, sino por debajo de lo que costó, para poder hacer líquida la inversión y buscar el dinero de inmediato.
Riesgo de depreciación: se puede observar en el mercado de renta variable, en las acciones de las empresas. Ocurre cuando la política monetaria no aporta de manera correcta para elevar los precios de los bonos del mercado de valores. Para evitar que la inversión se vaya depreciando en el tiempo, es importante saber en qué momento conviene liquidar la inversión.
Ahora bien, ¿qué debe hacer el inversionista para mitigar esos riesgos?
Una de las principales responsabilidades de los corredores de valores o especialistas de mercado de valores es explicar a los inversionistas recién iniciados todas las preguntas acerca de cómo funciona el mercado y sus instrumentos de inversión, así como determinar el perfil de inversionista de cada interesado.
También recomendarán cuáles son los momentos precisos para vender y para aprovechar un nuevo producto que se va a emitir con mejor rentabilidad.
Sin embargo, también son deberes del inversionista vigilar sus inversiones, informarse y observar cómo va la economía y las empresas en las que invierte.
Otra tarea que le corresponde al inversionista es estudiar las calificaciones de riesgo que tienen las inversiones y preguntarle al corredor de valores qué tan líquido es el bono que va a adquirir y si tiene buena salida.
Con la ayuda del experto, un inversionista debe determinar cuáles son sus límites a las pérdidas y a las ganancias, y diversificar la inversión entre varios tipos de instrumentos, ya que esta es la mejor forma de mitigar cualquier tipo de riesgo.