Cuando hablamos de innovación, normalmente, lo que nos viene a la cabeza es inventar algo que nos mejore la vida o bien pensamos en crear un nuevo producto o servicio que haga algo diferente a lo que estamos acostumbrados.
Pero si atendemos a otros parámetros, como la mejora de los procesos o la mejora de la organización interna de una empresa, por ejemplo, realmente existen diferentes tipos de innovación.
Podríamos hablar, si nos basamos en el libro de Larry Keeley, 10 types of Innovation, en innovaciones orientadas a la configuración de las organizaciones que están relacionadas, en primer lugar, con la estructura y con la organización del negocio; en segundo, con la innovación en la oferta de productos y servicios que se brindan, y, en tercer lugar, con las innovaciones relacionadas con las experiencias que los clientes o consumidores tienen respecto a los productos o servicios que se ofrecen desde la empresa.
En cada una de estas tres clasificaciones podemos encontrar ejemplos que nos ilustran cómo se pueden enfocar los procesos de innovación. Desde el punto de vista de la configuración del negocio, podemos establecer nuevas alianzas con socios estratégicos que nos ayuden a crecer.
Un buen ejemplo de esto puede ser la empresa brasileña Natura que crea muchos de sus productos cosméticos mediante la alianza con universidades, recibiendo así ayuda en la creación de un alto porcentaje de sus productos. También se puede cambiar el modelo de negocio en función de las consideraciones de rentabilidad o de productividad. Un ejemplo interesante en este sentido es el modelo que los fabricantes de impresoras pusieron en marcha, por el que se reducía el coste de la impresora en sí misma y aumentaban el precio de los cartuchos de tinta.
También podemos hablar de innovaciones relacionadas con los canales de venta o de proveer de valor a los clientes más allá de la propia oferta de productos mejorando la experiencia que la empresa ofrece alrededor de los productos. Un ejemplo interesante en este aspecto puede ser la empresa Starbucks que alrededor de un café ofrece una experiencia en la que puedes estar trabajando en un sitio cómodo, con conectividad, etc.
La innovación pasa por cualquier creación o mejora de algún proceso, producto o servicio, tanto interno como externo que mejore la rentabilidad, eficacia, eficiencia, experiencia del cliente o productividad en la cadena de producción o explotación. Por esto, es muy interesante la observación de las tendencias, puesto que ellas permiten mejorar y desarrollar esa innovación y, por extensión, toda la organización.
De todo el abanico de posibles tendencias, en la actualidad, se recomienda que desde las organizaciones se preste especial atención a las vinculadas con el talento, ya que es un recurso sobre el que hay una fuerte presión para acceder a él. En esta línea, diversos estudios avalan este argumento.
Según el Índice de Tendencia laboral de Microsoft 2021, el 41% de la fuerza laboral está considerando dejar a su empleador este año. Gallup asegura que el 48% de los empleados están buscando activamente nuevas oportunidades. Además, según una encuesta realizada por LinkedIn, el 74 % de las personas reconocen que el tiempo que han pasado en casa durante la pandemia les ha hecho replantearse su vida, especialmente la laboral.
Por esto, desde muchas empresas se tienen que reinventar sus modelos de captación, de atracción de nuevos colaboradores y sobre todo de cómo trabajar internamente en los procesos para favorecer que la retención de ese talento y evitar las rotaciones de colaboradores, que pueden lastrar el crecimiento. Sin duda, en los próximos tiempos, para tener éxito como empresa va a ser fundamental innovar en este ámbito que sabemos que resulta esencial en el devenir corporativo.