Orden. Es importante que la familia tenga orden, organización y entendimiento en las finanzas personales. Deben hacer un presupuesto mensualmente y que esa disciplina se vuelva un hábito.
Motivación. Para poder ahorrar con la familia tendrás que motivar, venderle la idea y hablarle sobre la satisfacción de alcanzar una meta. Desarrollar un hábito y tener la disciplina para ahorrar requiere enfoque, dedicación y permanencia.
Establece metas de ahorro. Establece metas respondiendo a las preguntas ¿Qué quiero? ¿Cómo lo quiero? ¿Cuándo lo quiero? ¿Para qué lo quiero?
Define las características de tus metas. Las metas que establezcas deben tener las características de ser especificas, realistas, que se realicen en un tiempo determinado y que hayan un real compromiso de cumplir dicha meta. Consolida todas las deudas en un solo préstamo. Pagarás intereses más bajos y te sentirás menos presionado.
Examina otras posibilidades de ingreso. Quizás tengas algún talento, habilidad o alguna posibilidad de negocio que pueda generarte recursos adicionales.
Elimina todo gasto innecesario. No vivas por encima de tus posibilidades. Apretarse el cinturón es fundamental para supera la crisis, quien no es estricto en este tema puede caer en una olla más profunda.
Haz del ahorro una prioridad. Al principio quizás solo puedas reservar una pequeña cantidad de dinero, pero no desmayes. Este hábito saludable es lo que marca la diferencia.
Un asunto de toda la familia. Una buena economía familiar está basada en la prudencia, el respecto al esfuerzo y al trabajo digno, una familia debe compartir estos valores, enseñarlos a sus hijos y preservarlos.