A lo mejor, lo que visualizas como el objetivo de tu marca personal no se corresponde con la reputación online que estás creando. Y, por esa razón, los resultados de tu presencia en el entorno digital no son los que te gustarían.
Lo primero al abordar el tema de la marca personal es su definición: la marca personal o “personal branding" en inglés es un concepto de desarrollo personal, que se resume en la huella que uno deja en los demás. Consiste en considerarse uno mismo como una marca, al igual que una marca comercial o una marca corporativa.
Desde el advenimiento de Internet, el concepto de marca personal se ha popularizado enormemente, porque ahora interactuamos en el plano digital con muchas más personas que antes, y a la mayoría no las conocemos en la vida física.
Como toda marca, también la tuya debe ser elaborada, transmitida y protegida. Cada vez es más necesario para todo profesional contar con una estrategia de marca personal en las redes sociales.
Revisemos brevemente algunos elementos básicos de una marca personal, de modo que puedas potenciar cada uno de los matices que componen este concepto.
Digamos que la marca personal tiene cinco claves para desarrollarla:
1. Define cómo te van a conocer.
Independientemente de si tu perfil tiene una función personal o profesional, lo primero es definir quién eres y cómo quieres que te conozcan.
Para esto, el blog Yoriento, del conferencista español Alfonso Alcántara, recomienda hacerse la pregunta: “¿Qué profesional quieres ser?".
2. Marca personal y empleabilidad van de la mano.
Una vez hayas definido tu marca e identificado con cuáles características quieres darte a conocer, es tiempo de ver cómo proyectarlas.
Ningún producto “nuevo" se vende por sí solo. La marca personal no es una excepción. Si lo que buscas es que los reclutadores de una empresa o perfiles afines se fijen en ti, darte a conocer es el segundo elemento importante.
Haz que el público en general se entere de quién eres, debes presentarte. Este es el momento de repensar el “pitch", conocido como la breve presentación que se hace de un proyecto. En este caso, tú eres el proyecto.
3. Vigila tu contenido.
Ahora bien, el cómo también es fundamental. Va a requerir una reevaluación de lo que hacemos y una planificación constante de las cosas que publicamos.
Refuerza tu presentación con contenidos acordes para cada plataforma en la que estás presentes. Revisa también cómo interactúas con otros perfiles.
Hoy en día, el proceso de reclutamiento va más allá de una entrevista presencial y los reclutadores ponen ojo crítico a las redes sociales de los candidatos. Esta es una gran ventana para conocerlos mejor, cuida lo que publicas.
4. Crea contenido de valor.
Publica y comparte contenido que sirva e inspire a otros. Enfócate en demostrar de lo que eres capaz y no tus limitaciones.
Dale espacio a la profesionalidad. Sin mentir, pero maximizando tus cualidades y capacidades. Enseña cómo te relacionas con los demás, cuáles son tus valores, por qué te destacas.
Refuerza estos atributos con testimonios de personas que hayan trabajado contigo, clientes o simplemente con material audiovisual, donde puedas demostrarlo sin tener que “decirlo". Haz tu profesionalidad visible, y para esto, el networking es fundamental. Es más creíble cuando otros lo hacen por ti.
Yoriento resume este esfuerzo en: “Quién soy, qué digo que hago, qué digo de mí y cómo lo presento".
5. Cuida tu reputación.
Por último, pero muy importante, tu reputación es el eje transversal de todo este esfuerzo. No la pierdas de vista. Es el objetivo de todo el empeño de este proyecto.
La reputación se construye día a día, pero puede saltar por los aires en cinco minutos y, en ocasiones, reconstruirla es imposible.
Todo lo descrito anteriormente aporta a tu reputación, y al final, se resume en qué perciben los demás de ti en un entorno digital. Y de poco sirve comunicar y comunicar, si tu audiencia no te percibe de la forma que quieres. Es más, si te perciben de forma negativa.
Si es así, vuelve a revisar cómo interactúas, qué contenido creas y compartes, cómo te relacionas en el ámbito digital.
Evita participar de controversias y de debates que te restan. Eso dejará una huella negativa en tu historial y afectará a tu marca personal.
Trabaja en tu estrategia de marca personal para Instagram, para Facebook, para LinkedIn, para tu blog, en fin, para cualquier espacio digital donde quieras proyectarte de forma positiva, siempre pensando que estás construyendo tu colchón reputacional.
Haz que te encuentren y que valga la pena. Tu marca personal será una marca líder.