Los parques son santuarios para la recreación al aire libre, donde rodeados de verdor es posible caminar, correr, descansar, leer o donde los más pequeños pueden mantenerse activos, jugando y socializando con otros.
Dentro de la planeación urbana de cualquier país, los parques actúan como “pulmones metropolitanos" que contribuyen a crear en las ciudades espacios atractivos, que promueven no solo el sano esparcimiento sino también la salud de sus habitantes.
De acuerdo a un informe de la Universidad de Drexel, en Filadelfia, los parques y los espacios verdes favorecen la salud ambiental y humana de diversas maneras: desde la mitigación del calor y la contaminación del aire hasta la promoción de la actividad física y la restauración psicológica.
Pero más allá de lo social, ¿cómo los parques tienen efectos terapéuticos en las personas? Diversos estudios, señalan que el color verde actúa sobre la depresión y la vista cansada, además de proporcionar armonía y empatía. Y un estudio publicado en el Journal of the American Medical Association mostró que contemplar la naturaleza propia de los parques reduce el estrés y baja la presión arterial.
Por asombroso que parezca, esto lo corrobora el diario Design and Health, que sentencia que el contacto regular con espacios verdes, aún sin realizar actividad física, contribuye a reducir los niveles de estrés de las personas.
Y en el caso de los más pequeños el impacto favorable puede ser aún mayor. Según Matthew Silverstone, autor del libro Blinded by Science (Cegado por la ciencia), los niños muestran “mejoras en salud y bienestar" cuando interactúan con las plantas, logrando alcanzar una mejor función cognitiva y emocional en entornos verdes.
Asimismo, recientes investigaciones revaloran que el aire de áreas donde hay gran concentración de árboles es beneficioso, ya que contiene grandes cantidades de iones negativos de oxígeno, que ayudan a estimular y armonizar los procesos vitales, la esfera psíquica y emocional. En pocas palabras: el sistema inmune se refuerza, la circulación se activa y los procesos de recuperación son estimulados cuando estamos en contacto con la naturaleza.
Según el diario Design and Health, el contacto regular con espacios verdes, aún sin realizar actividad física, influye en los niveles de estrés de las personas. Pero de igual modo, estudios han probado que las personas que viven cerca de parques se sienten más estimuladas a hacer ejercicios que aquellas que no cuentan con estos espacios cercanos a su vivienda.
En ese sentido, un estudio de la revista científica Environmental Science & Technology probó que la producción de cortisol, la hormona responsable del estrés, disminuye al compararlo con las personas que se ejercitan en espacios interiores.
Más parques, más vida
“Verde que te quiero verde", sin dudas, esta frase del poema de Federico García Lorca se revalora cuando se trata de los parques. Los resultados del proyecto Salud Urbana en América Latina (Salurbal) apuntan que incrementar el acceso a parques es una manera de estimular el uso para todos los residentes de las ciudades de la región, independientemente de su condición socioeconómica y condiciones de los barrios.
De ahí la importancia de que las políticas públicas en materia de urbanismo fomenten la construcción y cuidado de estos espacios públicos con el fin de mejorar los niveles de salud de la población y el aspecto de la ciudad. Y en ese sentido también el sector privado debe contribuir con esta realidad.
Es por ello que el Banco Popular Dominicano, la Alcaldía del Distrito Nacional (ADN) y el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) mancomunan esfuerzos de cara al remozamiento de diversos de espacios públicos para favorecer la salud y el sano esparcimiento de los ciudadanos de Santo Domingo, con miras a impactar el desarrollo sostenible de nuestro país.
El proyecto contempla la adecuación un número importante de parques en la ciudad de cara a que todos tengamos una ciudad más habitable y saludable, ejemplo de la región. Ejemplo de ello es la inauguración del remozado parque Ramón Cáceres, en Moca.