Antes era común encontrar clientes ávidos de información sobre seguridad de la información y a la par administradores de seguridad desconocidos. Sin embargo, en la actualidad, una parte del éxito de este tipo de sistemas se debe a la contribución de usuarios a través de canales de comunicación que van desde un simple correo electrónic hasta visitas personalizadas al entorno de trabajo.
Gracias a esta sinergia los administradores han entendiendo mejor las necesidades de los usuarios y estos, a su vez, se han convirtiendo en los mejores soportes de conocimiento en la prevención de incidentes que podrían afectar el servicio o provocar pérdidas a las empresas. En un leguaje más técnico, el antiguo usuario final lo es ahora el cliente, y lo que se conocía como el usuario es ahora el cliente Interno.
En los nuevos roles el administrador planifica los controles, cumple normas y estándares, mientras que el usuario palpa los controles, evalúa la protección de los sistemas de seguridad y se solidariza con los objetivos.
Esa empatía entre cliente interno y seguridad, afianza la calidad del servicio. Los usuarios juegan un papel estelar: son los más cercanos e importantes colaboradores para mantener esquemas óptimos de seguridad que ayuden a la empresa a obtener mayores utilidades.
