Ambicioso proyecto de capacitación busca elevar estándares de atención en este importante centro hospitalario.
Santo Domingo, D.N.- En el salón de un hotel, dos maniquís (modelos anatómicos) que representan mujeres embarazadas se encuentran tumbados en el suelo, rodeados por más de una veintena de médicos del Hospital Universitario Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia. El grupo aprende nuevas técnicas de reanimación, aplicadas con vehemencia sobre ambas figuras de hule.
Dirigidos por instructores del prestigioso Instituto Nacional Materno Perinatal Maternidad de Lima, Perú, los profesionales médicos dominicanos siguen con atención las indicaciones y luego, cada uno en su turno, intenta reanimar a sus pacientes, representados por estos maniquís. Según el resultado de cada practicante, luces blancas o azules se encienden en el pecho de los modelos automatizados, indicando la efectividad del ejercicio y simulando lo que en pacientes reales hubiese significado la diferencia entre la vida o la muerte.
"El músculo guarda su memoria", dice el dicho. No obstante, siempre es bueno mantener esos recuerdos a flor de piel. Y Ángel Mejía, doctor anestesiólogo con 22 años de servicios en el hospital, reconoce esta verdad.
"En el corto y mediano plazo pienso que es efectivo, porque inmediatamente se da a conocer la técnica de reanimación, se pone en práctica", señala el galeno, y habla con conocimiento de causa, pues ha tenido que sortear complejos casos, como el de la joven embarazada que recientemente se precipitó al vacío en un paso a desnivel de la avenida 27 de Febrero, salvando la vida milagrosamente, aunque no la del bebé, luego de ser ingresada en La Maternidad.
Estándares de calidad
Este tipo de capacitación ofrecida al Hospital Universitario Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia forma parte de un novedoso proyecto para elevar los estándares de este centro hospitalario y convertirlo en referencia del sistema sanitario público de República Dominicana.
Puesta en marcha a principios de 2015, bajo la dirección de la Fundación Popular y el Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA), la iniciativa busca mejorar entre los doctores y el personal intrahospitalario las prácticas y protocolos de atención aplicados a las miles de mujeres parturientas que acuden a este hospital, así como a sus bebés, con el objetivo de reducir las muertes materno-infantiles.
En el proyecto, el UNFPA es la agencia encargada de implementar las acciones formativas, en coordinación con el patronato de la Maternidad Nuestra Señora de la Altagracia y bajo el liderazgo de la dirección hospitalaria.
Como primera ejecutoria, se realizaron esta serie de dinámicos talleres sobre el manejo de la resucitación cardiopulmonar (RCP) en embarazadas, impartidos por los facilitadores peruanos del Instituto Nacional Materno Perinatal Maternidad de Lima, una institución con 189 años de historia, centro de referencia en aquel país en materia de investigación, innovación, enseñanza y atención altamente especializada para pacientes en estado crítico.
Este centro ha sentado las bases para replicar su modelo asistencial en otras regiones del país sudamericano.
Los profesionales del Perú que visitaron la Maternidad Nuestra Señora de La Altagracia fueron los doctores Luis Meza Santibáñez, médico obstetra- ginecólogo, del Departamento de Obstetricia, y Walter de la Peña, médico intensivista del mismo hospital.
Atención integral y sostenible
"Respaldar iniciativas como estas expresa la visión del Grupo Popular como grupo empresarial socialmente responsable", dice el gerente general de la Fundación Popular, el señor Elías Dinzey, quien recuerda que esta maternidad recibe, desde hace diez años, una atención integral y sostenible por parte del Popular, a través de dotaciones de equipos de alto impacto, contribución de medicamentos y alimentos fortificados y, ahora, con el fortalecimiento de las capacidades profesionales del personal.
Se estima que en los dos años que durará el desarrollo de este proyecto de capacitación serán impactados más de 400 profesionales de la salud, quienes prestan labores de apoyo en esta institución médica en diferentes áreas de intervención. Se calcula que unas 35,000 mujeres en edad reproductiva, en particular las de menores recursos, y más de 20,000 neonatos se verán beneficiados por esta mejora en las prácticas y protocolos de atención.
En palabras de Elías Dinzey, estos talleres permitirán formar a formadores para que el conocimiento "pueda ser replicado" en todo el hospital y a nivel nacional.
De su lado, Sonia Vásquez, representante auxiliar del UNFPA en el país, afirma que el proyecto se inscribe en su mandato como agencia del Sistema de las Naciones Unidas, de manera que la meta es: "¡Cero muertes maternas!".
La representante del organismo internacional agrega que "las principales causas de mortalidad materna son evitables si las guías clínicas, reglamentos para la atención del embarazo, parto y puerperio, normas de bioseguridad y protocolos, son implementados".
