Hay muchas maneras de ahorrar dinero y una de ellas es cuidar que los gastos “pequeños”, aquellos que parecen insignificantes, a la larga no sean los escapes más grandes. Aquí te contamos cómo.
1. Haz un plan de comidas semanal
¿Por qué? Simple: cuando planificas tus comidas tienes más posibilidad de poder resistir la tentación de gastar dinero en alimentos fuera del plan. Entre un 30 y un 40% de tus ingresos se va en comida fuera de casa.
2. Sácale partido a tu carnet de estudiante
Presentar el carnet de estudiante en algunos comercios puede proporcionarte descuentos de entre un 10% y 20%. Averigua en tu universidad los establecimientos donde podrías obtener estos beneficios.
3. Solicita una tarjeta Orbit
La tarjeta Orbit brinda ofertas diferenciadoras. Por ejemplo, con ella puedes reservar e incluso canjear 2x1 de entradas al cine. Además suele tener promociones recurrentes como la promoción “7 días con Orbit”, que está múltiples establecimientos y abarca categorías como la gastronomía, entretenimiento, belleza y otras. Aquí puedes saber más [enlace de la promoción]
4. “Cuponízate”
Aunque en la práctica local los cupones no se usan como en otros países, existen páginas webs locales destinadas a otorgar descuentos de este tipo. En ellas puedes encontrar muy buenas rebajas, a veces más del 50% del costo del artículo o del servicio.
5. Haz tus propios regalos
Esto es sencillo y hasta divertido. Cuando alguien celebre su cumpleaños sácale partido a tus talentos. Por ejemplo, haciendo un diseño gráfico, escribiéndole una canción, editando un video o una animación, etc. Mucha de gente valora más esto que un regalo comprado.
6. Compra productos genéricos
Lamentamos derribarte un mito: la calidad no siempre es proporcional al precio. Por eso, atrévete a probar marcas genéricas. Aquí un detalle revelador: si te fijas en las etiquetas, muchos productos tienen los mismos componentes y están creados bajo las mismas regulaciones, por ende se parecen bastante.
7. Obtén todas las tarjetas de fidelización que puedas
Siempre y cuando no implique más gastos, obtén todas las tarjetas de fidelización que te ofrezcan los comercios. ¿Por qué? Porque cada vez que compres generas puntos que puedes canjear por dinero, promociones o para pagar.
8. Consume hasta la última gota
Dirás que eso es ya “exagerado”, pero mucho de tu dinero se queda atrapado en los envases pues, muchas veces piensas que ya está “vacío” y resulta que la mayoría de las veces el producto se queda estancado dentro del empaque. Que no te de vergüenza, ¡lo pagaste todo, así que deberías usarlo todo!
9. Antes de ir a comprar: haz una lista y llena tu estómago
Una forma efectiva de no comprar por impulso es escribir una lista de lo que realmente necesitas y ser firme de solo comprar lo que pusiste en ella. Siempre, come antes de ir a cualquier tienda. Diversos estudios psicológicos han concluido que el apetito puede activar conductas relacionadas con “el bienestar de adquirir”.
10. Personaliza tu alcancía
Hay personas que han financiado viajes y gustos ahorrando monedas sin prisa que, de otra manera, nadie sabe dónde hubieran parado. Si no lo crees, busca la historia del escritor del espacio virtual “The Penny Hoarder”, que pagó todo un viaje por carretera con dinero que puso en un frasco.