A través de los años los padres siempre me abordan con esta pregunta:
´¿Qué tipo de ejercicio puede realizar mi hijo o hija? ¿Podemos ejercitarnos juntos?´
Para ello, sigue estos consejos:
- EL EJEMPLO: si quieres que tu hijos se ejerciten, la primera persona que debe hacerlo eres tú.
- LA EDAD: algo que muchos padres desconocen es que a menor edad el sistema de enfriamiento de los niños es menos eficiente. Es decir, mientras más jóvenes más se recalientan por lo tanto esto es sumamente importante el tipo de actividad física que realizan y la forma en que se debe manejar. Por ejemplo: si tienen entre cuatro y seis años pueden realizar cualquier tipo de actividad rápida. Aunque vayas a durar 30 minutos realiza series de no más de dos minutos; hidrátales cada minuto y descansen cada cinco minutos. A mayor edad puedes incrementar los plazos.
- EJERCICIOS: hasta ahora todos los ejercicios funcionales son aptos para cualquier niño y al respecto dos precisiones:
- ¿Qué son ejercicios funcionales? Son aquellos movimientos que simulan funciones naturales de nuestro cuerpo.
- ¿Cuáles son esos ejercicios? Pues, por ejemplo, son las sentadillas, lagartijas, los estiramientos, los saltos de rana, planchas, entre otros.
- AMBIENTE: cuando vayan a ejercitarse deben tener buen ánimo. La motivación es vital. Si pierden el enfoque pierden las ganas.
- NUTRICIÓN: nueva vez, el ejemplo. Tus hijos reproducirán tus conductas durante la mayor parte de su vida, de manera que debe dar el ejemplo. Una recomendación es que les expliques lo que contiene cada alimento, sus nutrientes y buen efecto.
- DETERMINACIÓN: que tu motivación sea su felicidad y la tuya. No desmayes y ten paciencia.
- DIVERSIÓN: diviértanse. Ejercitarse juntos de manera divertida robustecerá sus vínculos emocionales y a ellos les quedará el buen recuerdo y la asociación directa del ejercicio con la alegría.
Si dar el ejemplo es ya muy importante, para tus hijos lo es aún más, porque eres su modelo a seguir. Siempre recuérdalo.