Todo el que se ejercita debe tener conocimiento sobre lo que son las lesiones y cómo prevenirlas. De esta manera, a la hora de entrenar, podemos cuidar lo que hacemos.
Las lesiones son daños o alteraciones que pueden sufrir nuestros músculos o tejidos que nos impiden realizar un movimiento completo.
Una lesión puede impedirte realizar actividades físicas durante algunas semanas, pero si no se trata adecuadamente puede tener consecuencias mayores y permanentes.
El tipo de ejercicio que más se realiza determina la parte del cuerpo más propensa a sufrir lesiones. Por ejemplo, para una persona que haga muchos abdominales, esta área podría ser la espalda baja. Para una persona que corra pueden ser las rodillas y caderas.
Lo más importante para prevenir lesiones es realizar los ejercicios de manera correcta y contar con un buen entrenador, pues esta persona debe estar capacitada para dirigirnos.
Un entrenamiento mal dirigido puede reducir el balance a nuestras articulaciones y provocar que algunos músculos se vuelvan más dominantes que otros. Las lesiones son productos del sobreuso de estos músculos dominantes.
Cuando se trabaja con un entrenador es importante estar seguros de que cuente con las certificaciones necesarias y que al entrenarte cuide tu postura y salud, de esto depende la prevención de lesiones.
No podemos obviar que lesionarse es una manifestación de que diversos factores que están deteriorando tu cuerpo, no solamente el ejercicio. Estos factores pueden ser exceso de estrés, mala alimentación, pobre descanso y malas posturas al entrenar.
El descanso es vital para obtener resultados para la prevención de lesiones, por eso debemos tenerlo muy en cuenta y darle tanta o más importancia que al ejercicio. Las lesiones son consecuencia de actividades continuas sin el debido descanso.
Una vez la persona ha sufrido una lesión, el reposo es muy importante y debe cumplirse de manera estricta hasta que ya el especialista nos indique que tenemos las condiciones para retomar los entrenamientos.
Nos puede ayudar en el proceso de recuperación, el consumo de complejo B y de omega 3. Este último es útil para la desinflamación.