Para encontrar soluciones primero hay que saber reconocer los inconvenientes. Lo más peligroso es hacer de nuestras limitaciones actuales nuestra identidad. “Soy perezoso”, “no puedo parar de comer”…
Son afirmaciones que automáticamente nos condenan a permanecer estáticos en ese lugar.
- Tener la figura que deseas: hacer ejercicio de manera regular, llevar una dieta saludable. Tu cuerpo es el empaque que te permite caminar por la vida, cuídalo. Siéntete bien en él.
-Mimar tu autoestima. La autoestima depende de en qué medida nos sentimos valorados, queridos y aceptados por otros y en qué medida nos valoramos, queremos y aceptamos a nosotros mismos.
Las personas con una autoestima sana se sienten bien consigo mismas, aprecian su propia valía y están orgullosas de sus capacidades, habilidades y logros.
Rompe tus propios mitos:
• Ponte en clases de baile si no sabes bailar
• Aprende a nadar aunque te sientas muy mayor para ello.
• Haz algún deporte extremo alguna vez en la vida.
• Supera tus fobias a los aviones, al agua, a la altura. Hay terapias para ello.
¿Cómo lograrlo?
• Comprende que ser la mejor versión de ti mismo necesita de tu compromiso, tiempo y recursos.
• No importa en qué momento de tu vida lo decidas, es el momento para ti.
• Comienza por alguna cosa, la que más te angustie o te haga sentir peor: tu peso, tu autoestima, los conflictos que vives en tu vida familiar o laboral.
• Comprométete con una solución. Encuentra la que se adapte a tu presupuesto y tu tiempo.
• Cualquier pequeña cosa que hagas de forma constante por ti mismo, redundará en bienestar para ti. Es preferible comenzar por algo sencillo que seas capaz de cumplir. Ve ganando credibilidad ante ti, premia tus avances y luego ve por más.
• No temas a buscar ayuda en terapeutas pues como cualquier otro profesional.
• Dispón de una partida en tu presupuesto para tu bienestar, estar bien es el primer paso para conseguir todos tus sueños.