Te llamaron para una entrevista de trabajo y sientes una mezcla de emociones difíciles de controlar: nervios, ansiedad en exceso, felicidad y alegría, incluso hasta temor a lo que te vayan a preguntar.
Cómo te comportas, qué dices, cómo manejas tus emociones frente al reclutador o la persona que te entrevista para el empleo se vuelve vital.
Buscar empleo es una tarea que requiere estar muy enfocado. Si te han llamado para entrevistarte para una vacante de empleo, es natural que quieras causar una buena impresión y también es normal estar nervioso, porque no sabes qué se espera de ti en esa entrevista.
Relájate y concéntrate. Esa incertidumbre puede generar un exceso de nerviosismo y desconfianza, que dará como resultado que la entrevista de trabajo no vaya tan bien como esperabas.
Aquí hay algunos consejos sobre los aspectos a tomar en consideración desde el momento que te contactan para citarte a una entrevista laboral.
Antes de la entrevista de trabajo
Es recomendable que investigues sobre la empresa. Entra en su página web y averigua cuál es su misión, visión, valores e historia; aprende lo que hacen y por qué lo hacen, cuál es el propósito de la empresa en la sociedad e imagina qué podrías tú aportarles.
Revisa sus publicaciones impresas y digitales y aprende por qué esa empresa es un buen lugar para trabajar.
Revisa también tu currículum, porque es tu folleto de ventas y tú eres el producto. ¿Está organizado, es limpio y coherente? ¿Muestra de forma clara la formación, la experiencia y las habilidades que has ido acumulando en tu vida?
Repasa tus fortalezas y debilidades, y convierte en positivo esas debilidades. Por ejemplo, si eres demasiado introvertido, tal vez eres también una persona analítica y reflexiva, prudente y juiciosa a la hora de tomar una decisión.
Por otro lado, anota las dudas o preguntas que tengas sobre la empresa, sobre el puesto de trabajo al que aspiras o sobre el proceso en general en el que estarías involucrado.
El día de la entrevista laboral procura utilizar una vestimenta acorde a la naturaleza de la empresa. Si es un lugar formal, viste de acuerdo a esa formalidad, porque te ayudará a encajar a ojos del reclutador.
Y algo muy importante, el día de la entrevista de trabajo sé puntual. Ya sea una entrevista virtual o presencial, lo ideal es que te conectes o te presentes en el lugar acordado unos 15 minutos antes de la hora pautada. Tu puntualidad dice mucho de ti y, aunque es lo que se espera de todos, la falta de este factor puede restar puntos en tu evaluación final.
Adicionalmente, si la entrevista para la posición es presencial, asegúrate de tener clara la dirección del lugar en que se realizará la entrevista y controla factores exógenos como el tráfico, el medio de transporte que utilizarás para llegar, la climatología y otros elementos, que pueden influir en tu desplazamiento.
Si se trata de una entrevista de trabajo virtual, cerciórate de que tienes los recursos necesarios y de que estos estén en buenas condiciones. Así evitarás inconvenientes que puedan afectar el proceso. Algunos pasos a considerar en este sentido:
- Revisa que el audio y video de tu dispositivo funcionen correctamente y que el equipo tenga la carga de batería adecuada
- Verifica que cuentas con una conexión de Internet estable
- Familiarízate con la aplicación o plataforma de videollamada que te hayan indicado que se va a utilizar. Es importante que te veas profesional durante la llamada por video.
- Toma en consideración la iluminación del lugar desde donde serás entrevistado y asegúrate de que sea un lugar tranquilo, libre de interrupciones y ruidos
- Mira tu encuadre frente a la cámara del dispositivo: trata de que esté a la altura de tus ojos y que aparezcas de frente
Durante la entrevista
Dicen que la primera impresión es la que cuenta. Como mínimo, la primera impresión es muy importante. Así que, cuando llegues al lugar de la entrevista o te conectes en la plataforma virtual, saluda de manera cordial y mira al entrevistador a los ojos.
Escucha atentamente, no interrumpas y ten confianza en ti mismo. Si no entiendes alguna pregunta, pide aclaración.
Sé sincero a la hora de responder las preguntas y cuida el tono de voz. En caso de preguntas abiertas, procura mantenerte enfocado en lo que quieres comunicar. Sé conciso y no sobreabundes en tu respuesta.
El entrevistador no solo está atento a lo que dices, sino también a cómo lo dices, a tu expresión corporal, tus ademanes y tu postura, por lo que debes tomar en cuenta sentarte de manera erguida y no esconder las manos o los pies, ya que esto denota inseguridad. Es aconsejable responder de forma asertiva, con frases cortas y directas.
No muevas demasiado las manos, no te frotes constantemente la cara y trata de mantener la calma.
En el caso de una entrevista virtual, si bien puede realizarse en tu ambiente familiar, puede causarte las mismas presiones e inseguridades. No te confíes.
Haz preguntas relacionadas con el puesto o la empresa, si te quedaste con alguna duda. Una vez finalice tu entrevista, da las gracias y despídete con una sonrisa.
Después de la entrevista de trabajo
Autoevalúa tu desempeño, piensa si pudiste agregar algo más, si te faltó información importante, cómo te comportaste, ya que todo esto puede servirte para solicitar retroalimentación a tu entrevistador y mejorar en el futuro y, sobre todo, sé paciente.
Esta es una nueva normalidad, tanto para ti como para la empresa a la que solicitas empleo, por lo que es muy probable que el proceso de evaluación y entrevista sea muy diferente a lo que estás acostumbrado.
Buscar empleo es en sí mismo un empleo, lleno de desafíos. Así que, si llegaste a una entrevista de trabajo, alégrate porque ya lograste una meta muy importante, sea cual sea al final el resultado.
Ser entrevistado para un puesto no asegura que seas contratado, pero es la oportunidad para dejar una excelente impresión sobre tu perfil y aumenta tus probabilidades de ser considerado en un futuro para formar parte de esa plantilla laboral.