Sin lugar a dudas, las novedades tecnológicas son cada vez mayores y el ámbito financiero no escapa a ellas. Por ejemplo, los cajeros automáticos ya no solo sirven para hacer retiros de efectivo, sino que además permiten realizar muchas otras operaciones como depósitos , incrementando con ello el uso que les damos. Tomando en cuenta esto, es bueno siempre guardar ciertas precauciones. Te compartimos cinco de ellas:
1. No aceptes ayuda de desconocidos
No permitas que una persona ajena a ti quiera ayudarte en caso de que el cajero presente alguna deficiencia o de que no puedas realizar una operación determinada. Los empleados de las entidades bancarias solo suelen acudir a los cajeros automáticos a reponerlos o repararlos.
2.Tener tu tarjeta lista
Antes de empezar a operar en el cajero, ten tu tarjeta lista o ya ubicada dentro de tu cartera. Esto, porque cuando la buscas, eres menos consciente de lo que te rodea y de lo que acontece.
3.Si andas en tu carro, estaciónalo cerca
Si vas a retirar o depositar dinero en un cajero dentro una plaza o en un espacio exterior, trata de estacionar tu carro cerca de ti.
4. Mantener la observación
Antes de empezar a hacer operaciones bancarias en un cajero automático, fíjate quiénes están a tu alrededor. No te acerques si hay personas con apariencia sospechosa. De ser posible, trata de acudir acompañado o procura que cerca esté un guardián de seguridad.
5. Objetos sobrepuestos
Si identificas algo extraño en alguna ranura del cajero, no lo utilices sin recibir asistencia adecuada.
6. Verificar que retiraste tu tarjeta
Suena un poco obvio, pero no lo es. La prisa o la presión con la que te encuentres en determinado momento, puede abrumarte y permitir que dejes tu plástico en un cajero al momento de transaccionar. Realiza tus transacciones con calma y verifica si retiraste tu tarjeta del cajero antes de salir de aquel lugar.