Muchos clientes se nos acercan a la oficina con la duda de porque tener un planner si ya tienen un decorador, y porque no puede el planner decorar. Uno de los errores más grandes es pensar que estos dos profesionales hacen la misma labor. La realidad, es que uno es vital para el otro, pero no hacen lo mismo. Hoy en día, existen empresas que ofrecen ambos servicios y suele traer la confusión de cuales son los limites y alcances de cada uno.
Para aclarar la duda y ser más objetivas es bueno que se conozcan las diferencias y objetivos de cada uno a la hora de llevar a cabo un evento.
Un decorador:
• Es el responsable de diseñar en base a las ideas del cliente, la ambientación espacial del evento en cuestión, recreando y embelleciendo el espacio.
• Es el encargado de explicar de manera gráfica y planimétrica su diseño previo al evento, de modo que el cliente entienda y apruebe lo que se le esta diseñando y así mismo ofrecerle una prueba de los detalles del mismo.
• Es quien se ocupa de seleccionar las piezas y alquileres, así como las estructuras, iluminación para ambientar y flores que se utilizaran.
• Es el responsable de la recepción de alquileres, y demás utilería, así como supervisar la recogida de los mismos.
Un planificador o planner, en cambio, no suele manejar los temas de la decoración, mas suele velar por el resultado de la misma, siendo los ojos del cliente cuando este no esta. El planner es responsable de que el decorador cumpla con lo solicitado.
Viéndolo desde un punto de vista mas global, el planner, es el responsable de la estructura del evento, de diseñar el presupuesto general, el cual tiene plasmado cada detalle a utilizarse el día del la boda, y lo necesario según su cantidad de invitados además de lo deseado por los novios.
Buscar los suplidores es otra de las tareas de un planner, claro teniendo en cuenta la opinión o click de los novios con estos (lo cual es esencial), al final son estos que logran que el engranaje del evento funcione a la perfección, siendo también el decorador parte esencial de este engranaje. Aquí viene la parte de logística, esta se nota cuando las actividades fluyen armoniosamente durante y antes del evento, se puede decir que es el resultado del buen trabajo de un planner, que en su mayoría la labor es silenciosa pero esencial para el gran día.
Se puede decir que un decorador se convierte en el artista encargado de plasmar el sueño de una novia y el planner es el arquitecto de este mismo sueño.