El embarazo es el periodo de mayor requerimiento nutricional en las mujeres, porque la madre proporciona al niño los nutrientes necesarios para su desarrollo además de atender las demandas de su propio organismo.
El estado nutricional de la madre previo a la concepción es tan importante como la dieta a seguir durante el embarazo. Por esto se aconseja una dieta variada y equilibrada. Las necesidades de nutrientes aumentan
proporcionalmente a las necesidades energéticas, por lo que la selección de alimentos debe hacerse por su calidad y no por la cantidad.
Un importante número de estudios han demostrado la relación entre un déficit de nutrientes y el exceso o falta de peso de la madre con la aparición de malformaciones fetales, parto prematuro,
bajo peso del neonato, aumento de cesáreas y dificultades en la evolución del neonato. Existen grupos de riesgo en los que debe asegurarse una buena nutrición, como en los casos de historia de malnutrición,
bajo peso, intolerancias alimentarias, patologías añadidas que alteran la nutrición y embarazo múltiple.
Las recomendaciones nutricionales en el embarazo, según la Organización Mundial de la Salud son:
1. Consumir lácteos descremados diariamente.
2. Evitar las frituras y utilizar aceite en crudo en pequeña cantidad para condimentar ensaladas y verduras, preferentemente de oliva o de soja.
3. No realizar ayunos prolongados (más de 3 horas).
Acompañar siempre el plato principal con una ensalada a elección, para aumentar el consumo de vegetales.
4. Combinar todos los alimentos que se deseen (carne con arroz, pollo con papas, etc.), respetando las porciones indicadas.
5. En caso de sufrir náuseas o vómitos, ingerir los alimentos fríos y en varias ingestas pequeñas durante el día. Evitar grasas y tomar frecuentemente líquidos sin gas y alejados de las comidas principales.
6. Disminuir el consumo de cafeína a 200 mg por día. Esta se encuentra presente sobre todo en mate, té, café, gaseosas cola y chocolate.
Cubrir los requerimientos de folatos, presentes en carnes, vísceras (principalmente hígado) hortalizas de hoja verde y cereales integrales. De todas formas, es necesario el suplemento de ácido fólico, desde tres meses antes de la concepción y durante los primeros meses de embarazo.
7. Consumir como mínimo dos litros de agua potable por día.
8. Evitar los edulcorantes.