La pastelería o repostería, a diferencia de la cocina salada, es un poco más exigente. Esto porque hay ciertas fórmulas y proporciones que si no son respetadas pueden dañar el producto final. Siempre he considerado esta rama de la cocina como una ciencia exacta, hay menos espacio para errores y en algunas ocasiones, un gramo más o un gramo menos hace toda la diferencia.

Con los años he aprendido que la pastelería tiene mucho que ver con el entorno: la famosa crema de mantequilla que se usa en muchas partes del mundo para decorar pasteles no es la receta ideal para trabajar en climas tropicales como el nuestro. Quizá por eso en nuestra isla lo más común es ver la cubierta de merengue italiano, mejor conocido como suspiro. Para aquellas personas que inician en este mundo mágico de azúcar, harina y huevos hay unos cuantos consejos que he ido aprendiendo a través de los años y que quiero compartir con ustedes:

• Muy importante tanto en pastelería como en cocina salada: leer la receta de principio a fin. Así nos aseguramos de tener todos los ingredientes y planificar la preparación con tiempo. A veces las recetas llevan tiempos de descanso que hay que tomar en cuenta.

• Como complemento de la recomendación anterior, es importante tener todos los ingredientes a mano, medidos o pesados y listos para usar.
• Cuando medimos [tazas, cucharadas] es importante llenar al ras o como lo indique la receta. Las recetas que indican peso [onzas o gramos] en lugar de tazas y cucharadas son más precisas y tienen menos margen de error, por eso en pastelería profesional las cantidades se indican por peso y no volumen.
• La temperatura de los ingredientes es muy importante en pastelería. Casi todas las recetas especifican si el ingrediente se incorpora frío, tibio o a temperatura ambiente. No es lo mismo agregar huevos a temperatura ambiente que frios a una mezcla que tiene materia grasa emulsionada, el frío de los huevos puede ‘cortar’ la mezcla y hacer que pierda la homogeneidad.
• Si estamos trabajando algún plato dulce con harina de trigo, por lo general no se debe sobre trabajar la masa luego de agregar la harina, ya que si se desarrolla el gluten, el producto final tiende a ser menos delicado. En el caso de la panadería es todo lo contrario, donde si debe trabajarse la masa para lograr elasticidad.
• Cernir o colar la harina es un paso que recomiendo para eliminar grumos y así podamos incorporar a nuestra masa sin tener que batir de más.
• El horno debe precalentarse unos 10 o 15 minutos antes de hornear nuestros productos. A veces perdemos todo el trabajo que realizamos haciendo una receta por tener un horno frío o muy caliente. Siempre recomiendo usar un termómetro de horno para asegurarnos que estamos trabajando a la temperatura indicada en la receta.
• No abrir el horno innecesariamente, cada vez que hacemos esto, ocurre una variación en el calor y esto puede afectar la textura final de nuestro producto.

Por último, no se rindan ante un fracaso. Todos los pasteleros del mundo, tanto profesionales como principiantes, han aprendido de sus errores. La práctica hace al maestro y hoy quiero dejarles esta receta súper fácil que hará que cualquiera parezca experto en la cocina.

Galletas de avena

Ingredientes:
• 1/3 taza nueces crudas [walnut, pecans, almendras o cajuil]
• 2 guineos maduros
• Una pizca de sal
• 1 cucharadita canela en polvo
• 2 tazas avena
• ½ taza frutas secas picaditos [puede usar pasas, arandanos, ciruelas, etc.]

1. Precalentar el horno a 300 grado Farenheit.
2. En una procesadora de alimentos, a mezclar las nueces, guineo, sal y canela hasta obtener una masa homogénea.
3. En un tazón, mezclamos la avena con las frutas secas.
4. Incorporamos los ingredientes húmedos a la mezcla de avena y frutas.
5. Con la mano, hacemos bolitas, colocamos en una bandeja previamente forrada con papel de horno y aplastamos para darle forma.
6. Horneamos por 15 o 20 minutos hasta que los bordes se vean ligeramente dorados.

Estas galletitas son saludables, no tienen azúcar añadida ya que con el guineo y las frutas secas obtienen el dulce adecuado. Si quieren una preparación más dulce, pueden agregar 2 o 3 cucharadas de miel o azúcar. Pueden probar la masa cruda pues esta preparación no contiene huevos. Esta receta también es libre de lácteos, y si usamos avena certificada libre de gluten, puede ser disfrutada por celíacos.

Receta adaptada de Marc Matsumoto.