Cuando pensamos en AGILE, generalmente lo asociamos a desarrollo de tecnología y software. Las transformaciones digitales de las instituciones se apoyan de esta forma de trabajar para agilizar la salida al mercado de sus productos digitales.
Más allá de esta idea, la metodología AGILE genera un valor a las empresas que la implementan, porque permiten construir negocios bajo un esquema más resiliente, cada vez más orientado al cliente y su experiencia. Ser una pyme ágil es ser una pyme con la capacidad de responder al cambio constante de los tiempos.
Hablar de clientes bajo el método AGILE es hablar de clientes externos, pero también clientes internos (nuestros colaboradores), porque bajo esta metodología podemos desarrollar respuestas rápidas para todos los grupos de interés de la organización, incluida la gestión AGILE del talento humano.
¿Qué es AGILE?
AGILE es innovación continua. A veces una pyme quiere innovar y no sabe cómo. Bien, con AGILE tiene un marco metodológico para avanzar en ese camino de la innovación constante.
Esta es una metodología basada en un manifiesto, cinco valores y 12 principios que se implementan de forma “religiosa", en ceremonias definidas para impulsar el trabajo y sus resultados.
Utilizada inicialmente con el objetivo de agilizar la innovación y el desarrollo de software, lo cierto es que hoy día se implementa en aplicaciones y procesos para cualquier industria de trabajo. De ahí, su utilidad.
El manifiesto AGILE es la introducción a esta nueva forma de pensar. Estas son sus principales líneas de pensamiento:
- Priorizar individuos y sus interacciones frente a procesos y herramientas.
- Valorar más un producto funcional que una documentación completa.
- Dar más importancia a la colaboración del cliente que la negociación de un contrato.
- Y finalmente, entender de más valor la respuesta rápida ante un cambio, que tener que completar un plan.
Todo lo anterior es de alta importancia, solo que en AGILE se da todavía más relevancia a las personas y el resultado del valor creado, validado por el cliente. Esto resume el manifiesto AGILE.
Cuando somos un negocio AGILE, valoramos lo siguiente:
- Coraje para tomar decisiones como equipo,
- Enfoque en un problema del cliente o en un producto para mejorarlo constantemente,
- Compromiso con el producto a entregar y sus resultados,
- Respeto a todos los niveles y en todas nuestras interacciones,
- Y finalmente, apertura a los aportes del cliente y de todos los interesados en que nuestro producto genere valor.
Estos son los cinco valores de la metodología AGILE.
Hablemos ahora de los 12 principios de AGILE, que reflejan su manifiesto y valores, y crean un marco de trabajo con las siguientes características:
1) Satisfacer al cliente
2) Los cambios se aceptan y se aprovechan
3) Entrega frecuente del producto funcionando
4) Colaboración diaria del negocio y los desarrolladores (tecnología)
5) Personas motivadas
6) Conversación cara a cara
7) Medir el producto funcionando
8) Promover el ritmo sostenible o la cadencia de entrega
9) Atención continua a la excelencia técnica
10) La simplicidad es esencial
11) Contar con equipos autoorganizados
12) Adoptar un proceso de mejora continua
En los párrafos anteriores, nos atrevimos a tratar de resumir esta metodología integral para tratar de que se entienda el valor que aporta. Sin embargo, no podemos dejar de decir AGILE es una metodología absoluta y que, para ver los resultados, es imperante que se entienda y respete al 100% por todos los miembros de la organización, grande o pequeña, en la que quiera implementarse.
Tu equipo es AGILE o no es AGILE, así de simple. Dentro de una organización, puedes tener unidades AGILE y otras con la forma tradicional de operar. Pero dentro de un equipo AGILE, no existen concesiones: se respetan los conceptos y se dan resultados. Al no hacerlo, no sabemos qué pasará o lo más seguro es que obtendrás los mismos resultados que la metodología de trabajo convencional.
¿Cómo implemento AGILE en mi negocio?
Entender y asimilar el manifiesto, los valores y principios de AGILE es el primer paso.
Luego de esto, vas a tener que definir un equipo de trabajo multifuncional, que permita distribuir el compromiso en equipos motivados.
Esto es algo de mucho valor. Integrar en un mismo equipo al conocedor del negocio y al que desarrolla y gestiona la tecnología crea una comunicación constante y efectiva. Y eso genera resultados.
Cuando conformes tu equipo AGILE, una característica de sus integrantes es que sean profesionales knowmad, nómadas del conocimiento: personas abiertas al cambio y familiarizadas con la tecnología, gente con una visión global del mundo, creativas, apasionadas y dispuestas a aprender constantemente.
Pero lo más importante es el proceso.
Para definir los pasos de este proceso, recomendamos implementar el método SCRUM, es un marco de trabajo para desarrollo ágil de software, identificado y definido por Ikujiro Nonaka y Takeuchi a principios de los años 80 del siglo pasado.
SCRUM es un conjunto de ceremonias y roles de trabajo que definen entre sí una forma óptima de operar bajo un modelo AGILE.
Los roles principales en la metodología SCRUM son:
- El SCRUM Master, que es la persona que procura facilitar la aplicación de SCRUM y gestionar los cambios
- El Product Owner, que representa a los stakeholders, es decir, a los interesados externos o internos
- Y el Team o equipo, que son los encargados de ejecutar el desarrollo y demás elementos relacionados.
Un interesante ejemplo de AGILE en la vida real puede ayudarnos a entender el día a día de esta metodología.
Un joven ingeniero identifica una oportunidad de negocio con la creación de un buscador en el internet. Busca a alguien que sepa de software y que lo ayude a crear ese buscador de forma fácil.
Ambos conversan y se ponen de acuerdo en qué necesitan para ambos lograr el objetivo, que es servir a sus clientes, facilitándoles que puedan consultar rápidamente cualquier cosa que necesiten.
El joven ingeniero le pide que el buscador identifique cualquier mención del tema en la red y le presente rápidamente los resultados a la persona que está consultando. El técnico, que sabe codificar, le presenta un campo donde hacer la consulta y un botón donde dice buscar.
Ambos, parte del mismo equipo, logran desarrollar algo que funciona, hace su trabajo rápidamente y agrega un valor al cliente.
Lo prueban ahora con una persona que vive cerca de su lugar de trabajo y esta les recomienda que se organicen las respuestas en orden alfabético. Ellos no lo habían pensado, pero es algo de mucho valor. Inmediatamente modifican el programa para hacer esa mejora y en dos semanas le muestran de nuevo el cambio al cliente. Todo el mundo está contento ahora con el producto.
Sabemos que el cliente final lo va a utilizar, el técnico entendió qué necesitaba el cliente y el ingeniero que identifico la oportunidad de negocio está feliz, porque su producto ya lo pueden utilizar las personas.
¿Ahora qué? El equipo, conformado por gente de negocios y de tecnología, busca mejorar el buscador, e identifican que si presentan las tres primeras imágenes junto con los resultados le puede gustar aún más al cliente. Le preguntan de nuevo y el cliente queda encantado con esta idea. A las dos semanas ya se presentan las imágenes en las búsquedas.
Y así, cada dos semanas, siguen agregando un nuevo valor a los usuarios, en equipo, sin mucha burocracia ni documentación, respetando el rol de cada quien, valorando la opinión del cliente y complementándose con un objetivo en común que los llena de orgullo.
Visualizan que esa idea puede crecer hasta un llegar a convertirse un día en lo que hoy es Google, el buscador más utilizado en el planeta.
Y es posible, muy posible, mantener el mismo esquema AGILE orientado a crear valor constante al cliente de forma rápida y real, valorando lo que realmente genera beneficios.
¿Cuáles son los beneficios?
El equipo completo del negocio trabaja en función de los mismos objetivos, de la mano de los clientes, y generando valor de forma constante.
También, implementa mejoras de forma regular y evalúa con su cliente si es de valor o no.
Se mantiene actualizando su producto o servicio, y lo adecúa de forma oportuna a las necesidades cambiantes de sus clientes. Asume que todo puede ser mejorado poco a poco y con una frecuencia constante.
Entiende que el equipo es lo importante y que su producto en manos de cliente es el objetivo principal.
Busca de forma constante el cambio y lo acepta.
Entiende que cada vez más la tecnología es importante para el negocio y el negocio es importante para la tecnología.
Aun si somos grandes corporaciones, pensar como pequeños, con ese deseo de servir a nuestro cliente, nos ayudara con los resultados.
¿Ser o no ser AGILE?
Según Shakespeare, esa no es la pregunta, pero en los negocios es una buena pregunta.
Y la respuesta no es binaria; la respuesta no es buena o mala. No todo puede ser AGILE, no todos desean ser AGILE y AGILE no genera valor, si no creemos que puede ayudarnos.
Entonces, la recomendación es que en tu empresa, si te inquieta el tema, investigues más sobre AGILE, busca certificaciones para tus integrantes; busca entrenamiento en metodologías como SCRUM, que ayudan a crear un marco de trabajo; identifica culturalmente si te interesa ser más flexible, más rápido y más comprometido con tus equipos.
Las grandes empresas a nivel mundial han entendido que con AGILE sus equipos son más productivos, trabajan más contentos y se comprometen más con los resultados.
Dentro de la estrategia de transformación digital de los servicios financieros en la República Dominicana, el Banco Popular ha sido exitoso a la hora de implementar esta visión y metodología AGILE.
Hemos logrado crear, de forma real y visible, una cadencia constante de innovación y aportes de valor para los clientes.
Pero también, a nivel cultural, hemos adoptado la metodología como buena y válida, creando un ambiente de trabajo propicio y sostenible con los equipos de trabajo asignados y comprometidos con impulsar este importante rol.
En el día a día, se valoran los resultados y el visible impulso que les da a los equipos de trabajo del Popular el método AGILE.
Metodologías para servir mejor cada día a los clientes hay muchas. Sea AGILE o cualquier otra, cualquier método puede ayudarte con los objetivos de tu empresa siempre y cuando creas que puede servirte para enfocar tus esfuerzos, recursos y objetivos.
Te invitamos a ser curioso con AGILE, y las respuestas serán resultados de esa curiosidad. Bien aplicado, AGILE transformará tu pyme y la convertirá, quién sabe, en una gran multinacional como Google.