Para nadie es un secreto que en República Dominicana existe una gran exposición a ruidos: las bocinas de los vehículos, el estruendo de las motocicletas, la música a alto volumen y hasta la célebre “guagüita anunciadora" que pasa todos los días por las calles de los barrios.
Todos estos sonidos, sumados al uso de audífonos con música alta durante mucho tiempo y al hecho de que algunas personas entienden que deben vocear o gritar para que les presten atención, pueden desgastar nuestro sentido del oído, aunque todavía se suela pensar que la sordera es congénita o se culpe por ello a la edad avanzada.
Con frecuencia se asumen como normales los sonidos por encima de los 100 decibelios, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que un ruido que alcance ese nivel solo se puede escuchar sin riesgo durante 15 minutos al día y considera que 85 decibelios durante 8 horas es el nivel máximo de exposición sin riesgos.
La OMS explica que la exposición a sonidos muy fuertes y de forma prolongada provoca daños permanentes en las células sensoriales, que ocasionan una pérdida irreversible de audición. Es por ello que compartimos algunos consejos para cuidar tu salud auditiva:
Mantén el volumen bajo: regula los dispositivos en los que sueles escuchar música para que no superen el 60% del volumen máximo.
Utiliza tapones en los oídos: al visitar un club nocturno, evento deportivo u otro lugar ruidoso.
Usa auriculares que se ajusten bien o que aíslen el ruido del entorno: para escuchar música con claridad y a volúmenes prudentes.
Limita el tiempo que dedicas a actividades ruidosas: realiza breves descansos auditivos y aléjate de los altavoces.
Disminuye el tiempo de uso de los dispositivos de audio: a menos de una hora al día para reducir el nivel de exposición. De hecho, lo recomendable es no usar los audífonos por más de 20 horas a la semana.
Vigila los niveles seguros de exposición: utilizando los dispositivos inteligentes y aplicaciones disponibles para medir el ruido del entorno. ¿Te expones a ruidos dañinos sin saberlo? La app Ruido, los usuarios de Apple Watch envía notificaciones de alerta para los niveles de ruido ambiental que podrían poner en riesgo la audición.
Disminuye el estrés: Estudios recientes señalan que estar sometido constantemente a estrés la presión sanguínea, lo que puede ser perjudicial para el oído interno. ¿Una señal de alerta? Si experimentas un zumbido en los oídos, es señal de que debes relajarte.
Vigila tu presión: un estudio de Grant Medical College, en Mumbai, asegura que, si tu presión arterial es alta, puede dañar sus vasos sanguíneos, incluidos los de su oído. Esto lleva a una acumulación de placa grasa, que afecta su audición.
Los oídos se limpian con los codos: Sí, esta expresión provocadora tiene mucho de razón. ¿Traducción? La cera natural que se produce en el canal auditivo es normal y muy importante para la salud, pues impide que el polvo y otras partículas dañinas entren en él. Además, el uso constante de hisopos, que introducen más el cerumen hacia el fondo del oído externo, puede lesionar membranas sensibles como el tímpano.
Disminuye la humedad: si nadas o te das profundas zambullidas en la bañera, protege tus oídos usando tampones. Los otorrinolaringólogos señalan que el agua en el interior del oído es un riesgo que, con el tiempo, puede ocasionar infecciones graves.
¡Muévete!: Las actividades físicas contribuyen con la salud del sistema auditivo. ¿La lógica? Al correr, montar en bicicleta o simplemente caminar el sistema circulatorio se activa en todo el cuerpo y la correcta irrigación de la sangre incluye los oídos.
Cuida tu alimentación. De acuerdo al doctor Joe McDermott, audiólogo y autor de una investigación publicada en The Daily Sentinel, las personas que consumen dos o más porciones de pescado con Omega-3 por semana son un 42% menos propensas a desarrollar pérdida de audición, si se las compara con aquellas que no comen pescado normalmente. El especialista recomienda alimentos ricos en: vitamina A, B, C, E, magnesio y zinc.
Bosteza o mastica: Cuando vas en avión, durante el despegue o el aterrizaje, puedes experimentar una particular presión en tus oídos. Para regularla, simplemente bosteza, espira aire por la nariz o mastica un chicle.
Acude a un profesional especializado en salud auditiva: si sospechas que padeces pérdida auditiva. Asimismo, realiza revisiones auditivas periódicas: esto puede ayudar a detectar la aparición de la pérdida de audición en etapa inicial.