En algunos países se ha visto un descenso significativo en la curva de contagios, pero es claro que seguiremos instalados en la covidianidad, con pasos adelante y atrás, hasta que no tengamos una vacuna contra el coronavirus.
Mientras estamos confinados en casa o vamos regresando con limitaciones a los lugares de trabajo, científicos de todo el mundo trabajan a contrarreloj para encontrar esa vacuna.
Desarrollar una vacuna puede tardar años, pero gracias a investigaciones anteriores realizadas para vacunas contra virus respiratorios como el SARS y MERS, se ha podido avanzar con mayor velocidad.
Pero, aun así, desarrollar esta vacuna requiere superar importantes desafíos para asegurar que sea una vacuna viable y segura para los seres humanos.
Luego de esto, se requiere de un proceso de masificación y distribución de la vacuna contra el coronavirus, que suma aún más tiempo para que todos podamos tener acceso a ella.
Algunos laboratorios han asegurado tener importantes avances, aunque la inmensa mayoría descarta contar con una solución contra el contagio vírico antes de que finalice el año.
Uno de los principales insumos que requieren estos laboratorios para acelerar sus investigaciones es poder de procesamiento de datos.
A lo mejor no lo sabes, pero tienes la posibilidad de ayudar en esa noble tarea, sin mucho esfuerzo, desde tu casa. Incluso mientras duermes.
La cantidad de datos que deben procesar estos cientos de investigadores alrededor del mundo requiere de supercomputadoras, de las cuales no existe la suficiente cantidad.
Es por esto que han surgido varias iniciativas que aprovechan el procesamiento de datos distribuido, en la que cualquier computadora o teléfono móvil puede sumarse a una red para aportar su capacidad de procesamiento.
Es como si creáramos una gran supercomputadora, adicionando la capacidad que aportan los dispositivos de miles de personas.
De esta forma, podemos poner a disposición nuestros equipos, de forma tal que los científicos puedan utilizar su poder de procesamiento para hacer simulaciones dinámicas basadas en datos, que ayudarán luego a descubrir posibles tratamientos, vacunas y otros hallazgos.
Entre las plataformas colaborativas a las que puedes aportar la capacidad de procesamiento de tus dispositivos se destacan las siguientes:
DreamLab, de la Fundación Vodafone (Disponible en iOS y Android). Ponen la capacidad de procesamiento a disposición de un proyecto de investigación llevado por los científicos del Imperial College London. Solo debes descargar la aplicación, seleccionar la causa a la que quieres colaborar, en este caso Corona-AI y luego tocar el botón de empezar. Podrás seguir utilizando tu móvil de forma regular. Ofrece la posibilidad de limitar la cantidad de datos que quieres donar y asegura que los datos personales del usuario estarán siempre protegidos.
Folding@home, creada hace años en la Universidad de Stanford. Integra equipos de laboratorio alrededor del mundo con una plataforma de computación distribuida. Se ha utilizado para la investigación del cáncer, el ébola, el Alzheimer, el Parkinson, entre otras. Desde marzo de este año dispone del servicio para contribuir con la investigación del COVID-19. Se han sumado cientos de miles de usuarios de todo el mundo. En la actualidad cuenta de más de 2 millones de usuarios. Luego de descargar e instalar el software, al ejecutarlo abre una ventana en el navegador donde permite configurar la causa a la que se quiere aportar, en qué momento se utilizará la capacidad de la computadora y otras configuraciones de seguridad.
Rosetta@home. Al igual que el anterior, es una red masiva de computadoras de usuarios en todo el mundo. Es administrado por el laboratorio Baker de la Universidad de Washington y se ejecuta sobre la plataforma Berkeley Open Infrastructure for Network Computing. Se debe descargar el software BOINC. Cuando sea ejecutado, se debe agregar el proyecto de COVID-19.
Con estas herramientas tienes el poder de colaborar con la comunidad científica y ayudar a que los investigadores puedan acelerar sus investigaciones en favor de la humanidad.
Mientras más personas contribuyan, más rápido tendremos tratamientos y vacunas disponibles para todos.