En un mundo ideal los días en los que tenemos un evento después del trabajo nos daría tiempo a ir a casa, arreglarnos el cabello, cambiarnos y maquillarnos a la perfección para luego salir sin prisas a disfrutar
de la noche. En la realidad, chequeamos en el baño antes de salir que nuestra apariencia esté presentable o retocamos nuestro maquillaje en el tapón de camino.
Como dicen por ahí, una mujer preparada vale por dos. Y con estos tres trucos, la próxima vez que tengas un evento al que ir directo desde el trabajo, el proceso de llevar el look del día a la noche será pan comido.
El delineador negro es tu amigo
Agregar delineador negro a las líneas de agua de los ojos hace que cualquier maquillaje sencillo se vea más intenso y sexy. Es un truco rápido que resalta la mirada y cambia el look de forma instantánea.
Los accesorios hacen la diferencia
Sustituir tus zapatos planos o de tacón cerrados y tu cartera de trabajo por un clutch y unas sandalias de tiras cambiará tu look de oficina de forma radical. No importa si llevas puesto una falda y una sencilla camisa blanca o un traje de chaqueta, verás inmediatamente la diferencia.
Sube el volumen al tono de tu pintalabios
Rosado fucsia, rojo, naranja, morado o rojo vino, elige el tono intenso que más te favorezca en un acabado mate (son la tendencia del momento) y estarás lista para la fiesta. Consejo: usa un poco del mismo tono de pintalabios y aplícalo con los dedos como rubor para alegrar aún más la cara.
