Los
Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son una iniciativa de las Naciones Unidas que compendia
17 objetivos mundiales a lograr de cara a 2030, son de carácter integrado e indivisible, de alcance mundial y de aplicación universal, tienen en cuenta las diferentes realidades, capacidades y niveles de desarrollo de cada país y respetan sus políticas y prioridades nacionales.
Estos objetivos buscan la erradicación de la pobreza y el respeto a los derechos humanos, así como la protección medioambiental y el crecimiento económico inclusivo.
Promueven acciones para que, tanto los gobiernos, sector privado y la sociedad en general, aporten a la sostenibilidad social, económica y ambiental del mundo.
Entre otras cosas, para su cumplimiento es necesario un
esfuerzo articulado e integral hacia una
economía baja en carbono, que permita reducir la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera y hacer frente al alza de la temperatura de la Tierra.
Este aumento del
calentamiento global pondría en riesgo la subsistencia de miles de especies y ecosistemas, así como las condiciones aptas para la vida humana, el acceso a agua potable y otros recursos naturales. Por este motivo, es prioritario prevenir dichos efectos y mitigar el impacto ambiental de los diversos sectores y países.
Así, para el logro de los ODS hay que buscar nuevas alternativas sobre cómo hacer las cosas, implementando dinámicas económicas y sociales más eficientes, responsables y equitativas.
La tecnología supone oportunidades y desafíos para la consecución de estas metas globales. Se estima que las
soluciones digitales que impactan positivamente en los Objetivos podrían generar unos ingresos anuales de 2,1 billones de euros, según la asociación
2030Vision, un programa que tiene como fin hacer una transformación en la reforma económica y social de los ciudadanos.
Ante esto surge la pregunta de cómo se integra la tecnología en este nuevo escenario, ya que estos 17 objetivos son esenciales para más de la mitad de las
169 metas planteadas, y sobre la cuestionante presentamos algunos planteamientos:
Innovación tecnológica y sostenibilidad
Un
informe publicado por el International Energy Agency (IEA) y
resumido por el Foro Económico Mundial, para neutralizar las emisiones de dióxido de carbono y limitar el alza de la temperatura global a 1.5 C, previniendo catástrofes naturales, cita como necesario:
- Construir el mayor
campo solar cada día hasta 2030.
- Para 2035, se esperan que la mayoría de vehículos sean
eléctricos y para esto necesitaríamos 40 millones de puntos de carga, partiendo del 1 millón con el que contamos hoy en día a nivel mundial.
- La explotación de petróleo, gas y aceite debe terminar inmediatamente y no debe considerarse la apertura de nuevas plantas, a menos que cuenten con
tecnología para captar el carbono y neutralizar las emisiones.
- El 90% de la
electricidad debería
ser renovable para 2050, en comparación con el 29% en 2020. Se estima que para 2050 la economía global será el doble de su tamaño, pero la demanda de energía deberá reducirse en un 8%.
Todos estos cambios necesitarán de grandes
inversiones en investigación e infraestructura, ya que la mitad de las técnicas que se necesitan aún no existen.
Si bien estas medidas pueden parecer poco realistas o difíciles de lograr, son buenas para ilustrar la necesidad de actuar con inmediatez y a la vez, de emplear la tecnología como un recurso indispensable en los mecanismos de respuesta ante la crisis climática.
Lo que está claro es que la sostenibilidad y la tecnología deben ir de la mano para lograr modelos productivos y estilos de vida amigables con el medioambiente.
Al mismo tiempo, la
inteligencia artificial, realidad aumentada y el internet de las cosas han demostrado ser herramientas fuertes para el mejoramiento de los servicios de las ciudades y para proteger a su población.
Esto se pudo observar de manera muy especial en las respuestas de diferentes gobiernos ante la pandemia de la COVID-19, donde se aplicaron soluciones innovadoras y creativas para adaptar el funcionamiento de las ciudades a un contexto diferente, haciéndolas
resilientes.
Algunas
ciudades inteligentes, aquellas que utilizan las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) para mejorar sus servicios tradicionales, brindaron algunos ejemplos que podrían servir como referencia:
-
Toma de temperatura con inteligencia artificial. En las estaciones de transporte público de las ciudades chinas de Pekín y Shenzhen, se colocaron dispositivos para tomar temperatura de manera automatizada y no exponer a ningún personal para obtener esta información.
-
Cascos inteligentes. También las autoridades se colocaron cascos inteligentes con la capacidad de tomar la temperatura dentro de un rango de 5 metros y garantizar el distanciamiento.
-
Asistencia telefónica por robots. En la ciudad de Shanghái dispusieron “bots" de reconocimiento de voz para contactar a personas de alto riesgo, determinar su estado de salud y dar recomendaciones personalizadas para su cuidado.
Queda evidenciado, así, que la
innovación tecnológica es clave para lograr la sostenibilidad social, económica y ambiental que se persigue con los ODS. Esta tiene incidencia en reducir la huella ambiental, fortalecer los servicios de las ciudades o impactar positivamente en la salud de la población es una responsabilidad de todos los actores que conforman la sociedad: gobiernos, comunidades, gremios de la sociedad civil y sectores empresariales.
Y es en este sentido podemos ver iniciativas que apuestan a la innovación como uno de sus pilares, como por ejemplo el Banco Popular Dominicano quien ha asumido el compromiso de contribuir a los logros de los ODS, facilitando el acceso a través del portafolio de
finanzas verdes
HAZTE ECO, soluciones personales y empresariales que tienen como fin el compromiso haciendo banca responsable, ayudar a la sociedad a desarrollarse, mejorar su calidad de vida y protegiendo al medioambiente.
En consecuencia, ha adoptado medidas de gran impacto para reducir y neutralizar las emisiones en la huella de carbono generadas por sus operaciones, lo que la convertirse en la
primera entidad bancaria dominicana en recibir la
Certificación Carbono Neutral por el Brightline Institute, gracias a la implementacion de sistemas automáticos ayudados por la tecnología que permiten hacer uso eficiente de la energía, que se genera en sus instalaciones, todo esto se reafirma con el
#ODS7, energía limpia y no contaminante.
Queda claro que los procesos tecnológicos juegan un papel clave para la consecución de los ODS, si bien la #
transformacióndigital es la palanca que mueve la economía y la sociedad de este siglo, también lo es a la hora de afrontar cualquier reto, y este no escapa de ello.
Amina Mohammed, Vicesecretaria General de las Naciones Unidas y Presidenta del Grupo de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible, dijo: “los Objetivos de Desarrollo Sostenible ya no son un conjunto de metas a las que se aspira en un futuro lejano. Son lo mínimo que necesitamos para garantizar un mundo más seguro, justo y sostenible para todo el mundo".
La tecnología ha permitido una serie de cambios en la vida cotidiana, porque transforma su estado natural y artificial, según sus propias necesidades, pero los humanos con nuestras capacidades y el uso correcto de ella, tenemos la herramienta más poderosa para hacer que el mundo hacia un mejor rumbo y es la voluntad.