Al turista extranjero que busca más allá del sol y de las playas paradisíacas le sorprende la gran variedad de oferta cultural que acoge nuestro país. Es, sin dudas, un activo de la República Dominicana que nos diferencia frente a muchos otros destinos del Caribe insular, beneficiándose así de esta tendencia del turismo cultural, que cada vez va más en aumento.
Ahora con la reapertura del turismo, es interesante redoblar nuestros esfuerzos para que el turismo cultural cobre verdadero auge. Y podemos empezar por nosotros mismos, practicando un turismo interno que apoye la recuperación del sector, visitando nuestros museos, catedrales e iglesias, nuestros yacimientos arqueológicos, nuestras manifestaciones culturales en diversas comunidades. Hay todo un catálogo dispuesto para cualquier persona.
Como medida preventiva, a la hora de hacer turismo interno, es bueno conocer previamente los protocolos de seguridad e higiene vigentes: tanto en los alojamientos turísticos donde decidamos pernoctar, como también en las instituciones culturales que queremos visitar. Así podremos disfrutar de la cultura, viajando seguros.
El periodista y bloguero de viajes Salvador Batista (@salvadorbatist), creador del blog Recorriendo con Salvador, nos invita precisamente a recorrer el país, haciendo paradas en los lugares culturales de mayor interés.
Nos propone lo siguiente:
Santo Domingo. Nuestra capital es indiscutiblemente el lugar con más atractivos culturales disponibles, tanto para el turismo interno como el turismo internacional que nos visita.
De hecho, el Ministerio de Cultura ofrece la actividad «La Noche Larga de los Museos», donde se realiza un gran número de actividades culturales en diferentes puntos de la Zona Colonial, así como presentación de bailes típicos, música, visitas guiadas, dramatización de personajes de la época caminando por las calles coloniales, las primeras calles empedradas de América, todo totalmente gratis.
Asimismo, la ciudad capital ofrece una activa vida cultural con centros tan importantes e históricos como el Museo Nacional de Historia y Geografía, Museo del Hombre Dominicano, Museo de Arte Moderno, Museo de las Casas Reales, el renovado Museo de las Atarazanas Reales, Museo Casa de Tostado, entre otros.
Y a nivel histórico, la visita tiene paradas obligadas en el Alcázar de Colón, Catedral Primada de América, Parque Colón, Monumento a Fray Antonio Montesinos y la Fortaleza Ozama.
Para los que quieren vivir un ambiente entre lo cultural y lo histórico, el Faro a Colón es una imponente obra arquitectónica que alberga los restos del almirante Cristóbal Colón y mantiene en su interior una exhibición permanente de Las Américas, con pabellones informativos de la historia y cultura de nuestro país y otras regiones remotas.
Relativamente cerca, los más pequeños de la familia pueden disfrutar de lo que ofrece el Acuario Nacional de la República Dominicana, un zoológico marino de 34,500 metros cuadrados, con 90 peceras, 7 estanques y un túnel submarino, donde se puede apreciar la observación de una gran gama de especies marinas. Con modernas instalaciones de diseño abierto al aire libre, en un hermoso paisaje frente a las aguas del mar Caribe, es una opción para toda la familia.
Si eres amante de la arquitectura moderna de la primera mitad del siglo XX, tienes una opción interesante: primero aprender sobre Guillermo González, el arquitecto de la modernidad dominicana, y luego recorrer diferentes puntos de Santo Domingo, donde todavía podemos apreciar la impronta de su obra, guiados por una aplicación móvil homónima, disponible para teléfonos iPhone y Android.
Un tres por uno en cuevas
Si quieres vivir experiencias para contarlas, pueden disfrutar de estos tres atractivos de gran valor histórico, natural y cultural.
Uno, en la capital, es el Parque Nacional Los Tres Ojos, el cual está formado por un conjunto de cavernas con lagos de origen cárstico y de aguas cristalinas. Los lagos se originan por el paso de un río subterráneo llamado Brujuelas, cuyas aguas desembocan en el balneario de Boca Chica.
Pero a menos de 45 minutos de la ciudad, puedes llegar a un monumento cultural y natural de igual valor, ubicado entre San Pedro de Macorís y La Romana, de nombre La Cueva de las Maravillas.
Se trata de una magnífica caverna, donde se pueden apreciar diversos pasadizos estratégicamente iluminados para disfrutar una buena cantidad de estalactitas y estalagmitas, así como alrededor de 500 pinturas en las paredes y grabados hechos por los taínos.
Si quieres saber más sobre las poblaciones aborígenes de La Hispaniola, puedes ver el libro “Taínos, arte y sociedad" y descargarte la aplicación móvil MIRA, una app de realidad aumentada, disponible en Android y iPhone, que te permite vivir la experiencia taína mucho más allá de las páginas de la publicación, con elementos del libro que cobran vida y con portales que te llevan al interior de muchas de las principales cuevas del país.
En la provincia San Cristóbal, a 7 kilómetros de la ciudad y 30 kilómetros desde Santo Domingo, puedes visitar la Reserva Antropológica Cuevas del Pomier, una formación geológica única en el país y muy poco frecuente en el mundo.
Se trata de un conjunto de 55 cavernas de formación miocena, divididas en diferentes salas, las cuales están repletas con más de 4,000 pictografías y petroglifos de arte rupestre. Las pinturas y grabados prehistóricos están considerados patrimonio mundial y fueron realizados por indígenas taínos e igneris, que habitaron la isla casi 2,000 años antes de la llegada de los españoles.
Es, de hecho, el área protegida prehistórica más importante de Las Antillas, con un valor arqueológico muy importante, que deja asombrados a los turistas que las visitan.
República Dominicana es un país lleno de cuevas y cavernas, muchas con vestigios arqueológicos muy valiosos. Hay cuevas accesibles y visitables para cada edad y nivel de condición física.
Paseo histórico y religioso
Las manifestaciones religiosas han conformado la idiosincrasia y visión del mundo del dominicano, razón por la cual merece la pena detenernos a aprender algo más de todo ello.
A menos de dos horas del centro de la ciudad capital puedes llegar a la provincia La Altagracia, donde se encuentra la Basílica de Higüey, que comprende uno de los monumentos religiosos más respetados del país y uno de los más visitados por los devotos de la Virgen de La Altagracia.
El templo fue bendecido por el papa Juan Pablo II. Esta importante iglesia posee una estructura de dimensiones monumentales diseñada en forma de cruz latina. Su entrada está hecha de bronce con un baño de oro de 24 quilates.
Junto al templo es recomendable visitar el Museo de la Altagracia, construido con la finalidad de recuperar el patrimonio artístico e histórico para mostrarlo a los dominicanos y a los visitantes extranjeros. Algunas de las piezas mostradas tienen más de 300 años.
Puerto Plata histórico
Este hermoso punto del país tiene excelentes atractivos naturales y culturales, pero uno que es difícil no dejar de ir es la Fortaleza de San Felipe, localizada en la punta del malecón. Lugar estratégico desde donde se controlaba el acceso de embarcaciones a la bahía de Puerto Plata, a una distancia propicia para cañonear navíos intrusos.
También cuenta, en el centro de su ciudad la Casa Museo General Gregorio Luperón, que es un espacio cultural dedicado a transmitir los valores del héroe nacional y líder de la Restauración Dominicana, el general Gregorio Luperón, que dejó el legado de la libertad al país.
En él se destacan los aspectos de su vida recopilados de una manera especial, para ser expuestos como un patrimonio de Puerto Plata.
Santiago de los Caballeros
En Santiago de los Caballeros, la Ciudad Corazón y capital del Cibao, encontramos el Centro Cultural Eduardo León Jiménez, uno de los museos más modernos del Caribe. Es una visita obligada, con cuatro salas expositivas de primer nivel, entre ellas, la Sala de Antropología, que acoge la exposición permanente Signos de Identidad, que resalta los elementos que han constituido la esencia de la dominicanidad a lo largo de los siglos.
La Catedral Santiago Apóstol, erigida en el siglo XIX en estilo gótico y neoclásico, cuenta con un bello interior. Allí puedes visitar los restos del líder dominicano Ulises Heureaux y de otras personalidades del país durante los siglos XIX y XX.
También resulta de sumo interés el monumento a los Héroes de la Restauración, lugar emblemático, con vistas panorámicas a toda la Ciudad Corazón. En su interior se puede revivir la gesta de la Restauración, observando escenas que representan diferentes momentos de la guerra.
Una visita a considerar es el Fuerte de San Luis, fortaleza construida a principios del siglo XIX, en tonos amarillos y con una hermosa y ornamentada puerta exterior con dos cañones. Durante la Guerra de la Restauración se constituyó en una barrera defensiva clave. Los estadounidenses la usaron también durante su primera ocupación entre 1916 y 1924. Allí verás un museo con objetos de la cultura taína, pinturas, espadas y fotografías de la ocupación norteamericana.
Acércate en Santiago también a la Casa de Arte, ubicada en una casa victoriana remozada, en el centro histórico de la ciudad, es una galería de exposición de artistas dominicanos que, a menudo, ofrece también al visitante música en vivo y representaciones teatrales.
Moca
En Moca, provincia Espaillat, te encontrarás la Casa Museo de Ramón Cáceres, un lugar difícil no tenerlo en la agenda.
De ahí puedes pasar a La Vega, donde se halla la iglesia del Santo Cerro, lugar en el que se conmemora la batalla entre taínos y españoles. Según la leyenda, la Virgen de Las Mercedes apareció en auxilio de los cristianos, provocando la derrota de los indígenas.
En Salcedo, podemos visitar la Casa Museo Hermanas Mirabal, que rescata la memoria de estas tres mujeres intrépidas, sus vidas, sus pensamientos, los principios e ideales que enarbolaron, así como las actividades de resistencia durante su lucha por la libertad y la justicia.
Estos son unas mínimas sugerencias de todo lo que un amante de la cultura puede hacer en nuestro país, planificando una ruta de turismo cultural rica y variada, y siempre teniendo en cuenta las recomendaciones y medidas para asegurar nuestra salud.
Hay muchas opciones más por descubrir, porque República Dominicana lo tiene todo y es inagotable.