Gastronómicamente hablando, muchos dicen que “vivimos de espaldas al mar”. Analizo esta frase, la cuestiono, e inicialmente pienso que no, no es así.

¿No somos amantes del pescado frito y del pescado con coco, del salpicón de mariscos y pulpito a la vinagreta, del lambí guisado y del asopao de camarones, de los camarones al ajillo, de los quipes de jaiba y del cangrejo con coco, de las ostras, almejas, langostinos y langostas?

Pienso en los menús de los restaurantes y en su oferta. Desde los tradicionales españoles con las cazuelas de mariscos, meros a la espalda, paellas marineras, pulpos a la gallega, camarones o pescados a la sal. Asimismo, en los restaurantes italianos con sus ofertas de carpaccio di pesce, sus branzinos, sus risottos y pasta alla frutti di mari, alla vongole, o con gamberoni, o en tinta de calamari; y los asiáticos, con el sushi japonés y el pescado al vapor chino. Todos han estado en los menús desde siempre, y si es así, es porque tienen mucha demanda.

Entonces, ¿de dónde surge y a qué se refiere esta frase?, ¿acaso no vemos los puestos de fritura de pescado en nuestras playas?, ¿no vemos a los pescadores lanzarse desde temprano en la mañana hacia las aguas abiertas y más tarde regresar con su preciado cargo, el cual se les va de las manos en muy poco tiempo? Insisto, esta frase está errada.

Pero entonces, cuando voy al supermercado, me doy cuenta que la carnicería está siempre llena y la pescadería casi siempre vacía.

Me pregunto por qué. ¿Por qué se consume más carne de vaca, cerdo y aves que productos del mar? ¿Por qué en nuestro país no se ha desarrollado la industria pesquera de igual forma que la avícola, la ganadera y la porcina? ¿Por qué, si somos una isla y estamos rodeados de mar?

Algunos dicen que una de las razones es que nuestros ancestros españoles, los que vinieron inicialmente, provenían del centro de la península Ibérica y en esa época no tenían hábitos de alimentarse de productos provenientes del mar.

Los pescados y mariscos por lo general son más saludables que las carnes de animales terrestres. Menos grasas o grasas más saludables, y la alimentación de estas sabrosas criaturas del mar es totalmente natural, no le agregan hormonas, ni son procesados, como suele pasar con los alimentos de algunos animales que consumimos diariamente.

En España aprendí cómo valoran sus productos pesqueros. Están en la cima de los favoritos.

Igual en Perú, presencié como valoran la frescura del pescado. Ambos países tienen una organización, una demanda y una oferta envidiable en cuanto a la pesca y sus productos. Y en Italia y Japón, por citar sólo estos, aunque todavía no los visito sé que prefieren más los productos del mar.

Es sorprendente que los pescados que más consumimos en nuestro país son el bacalao, el arenque, las sardinas y el atún, alimentos importados y vienen deshidratados por la sal o dentro de una lata.

Sólo tenemos que respetar las vedas de las especies de nuestros mares. Sólo teniendo esto muy en cuenta logramos sostenibilidad, garantizando que perduren en el tiempo. Pero comamos más productos del mar, respetando las vedas, y esta demanda hará que se vaya desarrollado una industria pesquera sostenible.

Muchos de los que han venido a nuestra tierra han traído consigo sus costumbres y recetas, las cuales hemos ido incorporando a nuestra cocina.

Esta receta que les comparto es un ejemplo de los aportes de los cocolos que llegaron a nuestras costas en búsqueda de un mejor futuro, y encontraron un paraíso.

Cazuelita de pescado y mariscos con coco
6 personas

Para la salsa de coco:
6 tomates bugalú
3 dientes ajo
1 cebolla blanca
4 ramas de cilantro
4 ramas de puerro fino
6 ajíes
1 ají cubanela
1 cucharadita de orégano tostado
2 cucharadas de pasta de tomate
1 cucharada de vinagre
2 cucharadas de aceite de coco
3 tazas de leche de coco
Sal y pimienta al gusto

Para el pescado y mariscos:
2 libras de filete de pescado blanco
1 libra de camarones, pelados y deveinados
Sal y pimienta al gusto
2 cucharadas de aceite de coco
1 libra de almejitas

Para la salsa de coco:
Coloca los ingredientes de la salsa en una licuadora. Licúa bien.

Calienta el aceite de coco en un caldero a fuego alto. Agrega el contenido de la licuadora y saltea por 10 minutos, moviendo constantemente, hasta lograr una mezcla fragante y concentrada.

Baja el fuego a lento y agrega la leche de coco, moviendo hasta que una todo bien. Cocina destapado, a fuego muy lento, hasta que la salsa se reduzca a la mitad. Si deseas, cuela la salsa y devuelve a la olla. Sazona con sal al gusto. Retira del fuego.

Para el pescado y mariscos:
Calienta la salsa a fuego medio bajo.

Corta el pescado en trozos. Sazona con sal y pimienta. Sazona los camarones con sal y pimienta.

Calienta el aceite de coco en una sartén a fuego alto. Saltea el pescado y los camarones por dos minutos de cada lado, retira y agrega a la salsa caliente. Mezcla bien y cocina por dos minutos adicionales o hasta que las almejitas abran. Retira del fuego y sirve.