Al igual que le ocurre al pavo, si colocas las pechugas de pollo en salmuera antes de hornear, quedarán súper jugosas, perfectas para una cocción rápida en el asador, lo que además resulta en una delicia muy saludable.
Para las pechugas:
4 pechugas de pollo, en mitades, sin hueso ni piel.
1 Cda. mantequilla, derretida (o aceite de oliva)
2 cdtas. bija, molida
1 cdta. ajo en polvo
2 dientes ajo, picaditos
2 Cdas. cilantro, picadito
1 Cda. tomillo, picadito
2 cdtas. ralladura de limón
2 Cdas. jugo de limón agrio
Para la salsa de mango & romero:
2 mangos frescos
1 Cda. mantequilla (o aceite de oliva)
sal y pimienta al gusto
1 rama romero fresco
1 taza caldo de pollo
½ taza semillas de cajuil, tostadas
Para las pechugas:
Llena un tazón con agua tibia. Agrega 3 – 4 Cdas. de sal y mezcla bien hasta que se disuelva. Coloca las pechugas en la salmuera y permite que marinen en ella por 20 – 30 minutos (o hasta 3 horas, refrigereadas).
Mientras tanto, prepara un frote con la sal, pimienta, bija, ajos, cilantro, tomillo, ralladura y jugo de limón.
Precalienta el horno a 450ºF.
Retira las pechugas de la salmuera (descarta la salmuera), enjuaga las pechugas en agua y seca bien. Unta bien con el frote y coloca en un recipiente de hornear junto a la mantequilla derretida.
Lleva al horno y cocina por 15 minutos, destapado, o hasta que al insertar el termómetro registre 165 – 170 ºF. Retira del fuego y permite que repose por 5 minutos antes de servir.
Para la salsa de mango y romero:
Derrite la mantequilla en una sartén a fuego medio. Pela y corta los mangos en trozos y lleva a la sartén. Cocina a fuego alto, moviendo frecuentemente. Sazona con sal y pimienta, añade el romero y el caldo de pollo.
Baja el fuego a lento y cocina por 5 minutos adicionales. Retira y descarta el romero y lleva la salsa a la licuadora. Bate y devuelve a la sartén. Si está muy fina, reduce a fuego bien lento hasta lograr la consistencia
deseada, ajustando los sazones si es necesario.
Sirve las pechugas con la salsa y con semillas de cajuil tostadas.