Los centeniales son el grupo de jóvenes que ya han alcanzado su segunda década de vida, porque vieron la luz entre mediados de los años 1990 y principios de la década de 2000. Se les califica como la primera generación 100% nativa digital. Nacieron rodeados de dispositivos electrónicos que son ventanas al mundo 24/7 y los avances son tan rápidos que será el primer grupo demográfico de la humanidad en vivir múltiples saltos exponenciales en materia tecnológica durante su lapso vital.
Esta es una diferencia notable con respecto a generaciones anteriores. Analicemos la cuestión en términos generales, porque siempre existen las excepciones.
La Generación X, si bien son usuarios que experimentaron el comienzo y auge del Internet, conciben su vida digital como algo separado de su “vida real": “Me voy a conectar", “Estuve navegando en Internet", “Vi en las redes…", etc., son algunas expresiones que podemos escuchar en sus miembros. Viven la conexión digital como un momento especial, a modo de burbuja, dentro de su cotidianidad.
Más similares a los centeniales son los mileniales o Generación Y. Ellos ven de un modo más natural Internet, lo vieron crecer y desarrollarse, la conectividad ganaba velocidad y variedad a medida que ellos fueron creciendo. Se consideran a sí mismo los pioneros o exploradores de un territorio que se ha ido construyendo al mismo tiempo que entraban en la adultez.
Tanto Generación X como, en cierta medida, la Generación Y utilizan Internet para algo, con una finalidad concreta.
Sin embargo, los centeniales viven en esta realidad constantemente: son la primera franja de edad que accede a Internet con la misma naturalidad que se cambian de ropa, se asean y toman su desayuno. No existe en ellos el sentimiento de una barrera entre lo virtual y “lo real".
Para este grupo no hay diferencia entre estar y no estar conectado: a pesar de las brechas digitales existentes en muchos estratos de la población, estos jóvenes han crecido en un ambiente cotidiano altamente tecnificado, en el que la conexión digital se ha universalizado y movilizado.
Internet está integrado en cualquier dispositivo fijo y móvil que utilizan a diario, las máquinas conversan entre ellas, los sistemas basados en Inteligencia Artificial y robotización de procesos pasan de ser un raro paradigma a un elemento cada vez más común en sus vidas, se instauran las nuevas realidades virtual, aumentada y extendida en multitud de ámbitos, las experiencias compartidas a través de plataformas de streaming colectivo, como los videojuegos y los esports, son algunas de las características que definen el tiempo propio que viven los centeniales.
Según el informe EU Kids Online, un proyecto de investigación para examinar las experiencias de uso, riesgos y seguridad online de la infancia y la adolescencia, la edad media de conexión por primera vez a Internet de los jóvenes centeniales se sitúa entre los 9 y los 11 años y principalmente lo hacen a través de teléfonos y otros dispositivos móviles.
Algunas de las características definitorias de esta generación en cuanto a sus vías de comunicación y experiencia como consumidores:
Para los zeta, estar constantemente conectados no es sinónimo de aislamiento social, sino todo lo contrario. Las plataformas tecnológicas les permiten socializar a través del chat y los sistemas de mensajería instantánea, de las redes sociales (sobre todo, las de contenido efímero), de las videollamadas, de las herramientas de uso compartido, etc., y hacerlo con personas de diferentes partes del mundo simultáneamente y con la mayor naturalidad.
Y esto es algo radicalmente diferente a la experiencia vivida por generaciones anteriores, que se han ido sumando a este fenómeno de la socialización digital con más o menos fortuna.
Otra diferencia notable: el uso del correo electrónico cae notablemente en la generación más joven frente a las anteriores, porque para ellos no representa tanto esa ideal de socialización digital a la que aspiran.
Por igual, los miembros centeniales buscan una experiencia digital de compra inmediata, personalizada y amigable. Un reto y una oportunidad para las marcas, que necesitan saber qué quieren de verdad estos jóvenes. En principio, serán más fieles a usar productos o servicios que supongan un claro ahorro de tiempo.
También ven el comercio electrónico como su hábitat natural, marcando la diferencia frente a la incertidumbre que mantienen otras generaciones anteriores, quienes temen que el producto encargado nunca llegue, se quejan por la imposibilidad de “probarlo" físicamente o se frenan ante los costos de envío que consideran elevados.
Su deseo por el entretenimiento, y el consumo intensivo de contenidos digitales les lleva, en ocasiones, a renunciar a parte de su privacidad, a cambio de una gratificación de bajo costo o gratuita e inmediata. Están dispuestos a esa cesión de su privacidad si eso se traduce en un acceso a productos y servicios digitales más personalizados e innovadores.
Los centeniales lo hacen, además, todo al mismo tiempo: compran, chatean, ven videos de Youtube sin distinción temporal. Se trata de un grupo demográfico habituado a la multitarea digital, capacitado para saltar de una pantalla a otra, de una aplicación a otra o utilizarlas de forma simultánea.
Por el contrario, debido al hecho de que esta generación joven ha experimentado dos crisis económicas mundiales en poco más de una década, la seguridad y una tendencia más conservadora a proteger su futuro económico son pautas de comportamiento muy marcadas, así como un mayor interés en su educación financiera orientada al ahorro y la inversión.
En este terreno se mueven los zeta, asimilando y adaptándose al ritmo vertiginoso de la tecnología. El “Informe del Milenio", publicado por Naciones Unidas allá por el año 2000, detallaba la aceleración en la implantación de las tecnologías a lo largo de la historia:
- La radio superó el umbral de los 50 millones de consumidores después de 38 años
- La televisión invirtió 13 años en llegar a esa cifra de usuarios
- A Internet solo le costó cuatro años alcanzar ese grupo de población
- Facebook, que apareció en 2004, llegó también a los 50 millones de usuarios en solo cuatro años
- Sin embargo, Apple Store, lanzado en 2008, y WhatsApp, nacido en 2009, apenas necesitaron dos o tres años
- Instagram, creado en 2010, solo requirió dos años para superar los 50 millones de seguidores
- El juego virtual Candy Crush, surgido en 2012, alcanzó ese umbral en un año
- En tanto, el juego de realidad aumentada Pokemon Go, lanzado en 2016, logró romper el record de 50 millones de usuarios en solo una semana
En resumen, en apenas una generación las tecnologías digitales han llegado a más del 50% de la población mundial.
Como reconoce Naciones Unidas, las tecnologías ayudan a que el mundo sea un lugar más justo, pacífico y equitativo, si se saben usar adecuadamente.
Reconociendo que la conectividad digital es indispensable para que la humanidad acelere el ritmo de consecución de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, el organismo internacional alerta también de las implicaciones que existen en materia de brecha y alfabetización digitales, derechos humanos y sostenibilidad, amenazas a la privacidad y falta de mayor cultura en ciberseguridad, entre otros desafíos.
Decidir cómo aprovechar y gestionar las nuevas tecnologías en beneficio de la sostenibilidad del planeta y la humanidad es responsabilidad de todas las generaciones y, especialmente, de los Z, los nativos digitales.