Hace décadas se viene hablando de la importancia de evolucionar en materia energética, introduciendo un mayor peso en la generación de energías limpias dentro del mix de energías a nivel nacional.
Por energías limpias entendemos aquellas que no dependen de combustibles fósiles y que, como consecuencia, reducen su impacto ambiental frente a otras fuentes de producción energética tradicionales.
Para referirnos a una transición energética debemos hablar de un cambio estructural a largo plazo en los sistemas energéticos de un país. Y esto empieza a suceder en el mundo y, por supuesto, en la República Dominicana con las fuentes de energía renovable, que ofrecen el potencial para transformar la calidad de vida y mejorar las perspectivas económicas de miles de millones de personas.
La Agencia Internacional de la Energía citaba hace unos meses que
hay razones para el optimismo, gracias a los avances en tecnología, políticas y estrategias comerciales en la inversión y uso de las energías renovables.
Hoy, en nuestro país, tanto la energía eólica como la energía fotovoltaica y la energía de biomasa son una realidad, y cada vez ocupan un mayor porcentaje del mix energético nacional.
Sin embargo, acotando el período entre 2015 y 2018, el estudio demuestra que las emisiones del sector eléctrico tuvieron un menor crecimiento, de un 6.43%, lo cual puede atribuirse al cambio al uso de gas natural y la entrada de centrales renovables, resultando en una fuerte disminución del diésel como combustible.
Así que es constatable una presencia mayor de las
energías verdes en el sistema eléctrico interconectado.
El Ministerio de Energía y Minas determina que a finales de 2020 las energías renovables no convencionales (solar, eólica y biomasa) contaban con una capacidad instalada de 558.2 MW, representando un 11.3% del total instalado en el sistema (4,921.0 MW). Adicional a éstas, se podría sumar la capacidad de 623.3 MW de hidroeléctricas para un total de 12.7% del total instalado.
Reducción de emisiones
La República Dominicana tiene como meta climática que las energías renovables contribuyan al 25% de la generación de energía eléctrica en 2025 y, para el año 2030, haber reducido las emisiones de Gases de Efecto Invernadero del país en un 25%, tomando como año base las emisiones per cápita registradas en 2010.
Estas metas se establecieron tras haberse creado, en el año 2017, el “Proyecto Transición Energética – Fomento de Energías Renovables para Implementar los Objetivos Climáticos en la República Dominicana”, iniciativa del Ministerio de Energía y Minas y la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH, de Alemania, conjuntamente con socios públicos, privados y de la academia de los sectores de energía y clima.
El objetivo de este proyecto es apoyar a los sectores de clima y energía dominicanos para que desarrollen acciones orientadas hacia una economía baja en carbono mediante el fomento de energías renovables.
Para mitigarlo, el gobierno dominicano promovió un modelo de desarrollo de renovables basado en inversión privada, con un marco jurídico claro e incentivos fiscales y económicos motivar la participación de inversionistas.
Pasos firmes en la transición energética dominicana
Sin lugar a dudas, queda mucho trecho por recorrer, pero el país está en el camino de ser cada vez más verde en cuanto a la energía que consume.
Banco Popular y otras filiales del Grupo Popular apuestan a ello y lideran el financiamiento de energías limpias en el territorio nacional, con presencia en ocho parques de energías renovables.
A principios de 2021 anunciamos que InterEnergy Group y el Fondo Cerrado de Desarrollo de Sociedades Popular adquirieron el parque eólico Matafongo, ubicado en la provincia Peravia, con una inversión de más de US$50 millones de dólares. La participación del 25% del fondo de inversión fue comprada a su vez por AFP Popular.
Este auge de las energías renovables ha podido consolidar un espacio en los mercados, porque las necesidades de inversión de estas instalaciones son más atractivas.
El costo de la energía eólica a nivel mundial descendió un 39% y en 2019 la energía eólica instalada en el mundo creció un 10%, logrando generar 651GW, según las informaciones del Global Wind Energy Council, siendo China, Estados Unidos, Alemania, India y España los principales productores de esta energía a nivel mundial.
En cuanto al costo de generación de electricidad proveniente de fuentes limpias, la tendencia a reducirse es similar. Entre 2009 y 2019 el costo de generación a través de sistemas de energía fotovoltaica se redujo en un 82%,
según el periódico digital español El Confidencial.
Esta caída de precios hace posible que la
tecnología solar haya llegado a ser una opción viable para empresas, industrias y hogares, convirtiéndose en nuestro país en una opción muy interesante para toda la población.
Desde el Banco Popular hemos impulsado este tipo de tecnología en dos vías: en primer lugar hacia lo interno, con una amplia red de 54 oficinas y sus parqueos techados con paneles solares, que captan energía solar para su abastecimiento. Somos, gracias a este sistema, la institución dominicana que más energía fotovoltaica genera para su consumo. Incluso la producción no consumida se inyecta al sistema, en beneficios de los hogares y las empresas.
En segundo lugar,
facilitamos el acceso a los paneles solares a nuestros clientes personales y empresariales, a través de nuestro
portafolio de finanzas verdes Hazte Eco. Esta oferta crediticia siempre cuenta con condiciones preferentes por debajo del mercado. En Hazte Eco se incluyen distintas fórmulas de financiamiento, desde un préstamos tradicional a un
leasing verde, con
beneficios fiscales para las empresas.
Además de promover la generación de energía limpia y los medios de uso, como
los vehículos eléctricos, el país tiene que avanzar en infraestructuras sostenibles, como es el caso de los
cargadores para la electromovilidad o electrolineras, como empieza a conocerse a estas gasolineras de electricidad.
Desde el sector privado hemos logrado las inversiones y alianzas necesarias para tener estaciones de carga en los puntos más importantes del país y empresas del sector energético se han planteado la meta de contar con más 500 estaciones de carga para diciembre 2021 en todo el territorio nacional. En el Banco Popular hemos instalado estaciones de carga eléctrica en nueve de nuestras oficinas para que todos nuestros clientes puedan cargar sus vehículos mientras realizan sus transacciones.
Este cambio inteligente y necesario es un compromiso de todos, desde nuestra actuación como individuos, desde nuestras empresas, desde el Estado y de cada uno de los actores de la sociedad.
Como manifestó este año en su carta a CEO del mundo, Larry Fink, el CEO de BlackRock, la mayor gestora de activos del mundo,
el riesgo climático es un riesgo de la inversión, en tanto la transición climática
representa una oportunidad histórica de inversión.