En ocasiones, uno aprecia más lo suyo cuando viene alguien de fuera a resaltar su belleza.
Los extranjeros en República Dominicana, ya sean visitantes recurrentes o residentes en el país, son un grupo de población que valora y aprecia enormemente muchos de los escenarios naturales dominicanos, porque todavía se siente un destino virgen en varios aspectos.
La gente dominicana, además, es un ingrediente añadido por su apertura, su disposición y cordialidad, por su amor al servicio y a agradar a otros, que es algo que suele sorprender también a los visitantes foráneos.
La comunidad extranjera en el país sabe mitigar lo malo y quedarse con lo bueno. Y en esta pandemia, con limitaciones en los viajes internacionales, hay residentes extranjeros en República Dominicana que han aprovechado para conocer mejor todos esos destinos nacionales que tenían en su lista de pendientes.
Ese es el caso de nuestra amiga francesa Emilie, conocida en sus redes bajo el sobrenombre @lavieenrepubliquedominicaine.
Aquí tienes lo que nos cuenta:
Es increíble como una pandemia como la que conocemos ahora de la COVID afecta nuestras vidas en diferentes aspectos.
En mi caso, por el cierre de fronteras y demás complicaciones, no pude salir de vacaciones este año hacia Francia, mi tierra natal. Pero esa fue una razón para conocer un poco mejor los destinos espectaculares que tenemos en República Dominicana y que enamoran a todos los visitantes y residentes extranjeros, como yo.
Decidí que sería la oportunidad perfecta para hacer turismo interno en lugares adonde no podemos ir en un simple fin de semana porque quedan un poco lejos.
A la hora de planificar estos viajes en el contexto actual, es importante conocer los protocolos de seguridad e higiene, si queremos pernoctar en un hotel, comer en un restaurante o contratar los servicios de una excursión.
Una vez informados, ¡vámonos de viaje!
Hacía años que deseaba conocer la provincia de Samaná, tanto escuche hablar de sus kilómetros de hermosas playas desiertas, de su gastronomía particular y de su gente... Extranjeros como yo acostumbran ir a zonas muy turísticas a gozar de las prestaciones de un “todo incluido", y lo reconozco, a mí también me gusta mi “resol", aunque también deseaba combinarlo con un turismo diferente y sostenible, apoyando a los pequeños actores del sector turístico, víctimas colaterales del coronavirus.
Les propongo una ruta en dos etapas para conocer lo que, a mi juicio, son lugares que sorprenden a cualquier viajero extranjero en esta tierra.
Primera etapa: Las Galeras y Playa Frontón
Llegar a este pueblito de pescadores es realmente llegar al final del mundo. ¡La calle principal literalmente termina en el mar! En esta “Playa Grande" esperan los guías que llevan a los turistas del mundo entero a Playa Frontón.
Es la atracción local que no se pueden perder. Por mi parte, decidí hacer esta excursión a pie (bueno, a decir verdad, no fue una decisión propia, sino un pequeño inconveniente este día, que no lamento para nada).
Recomiendo que hagan la excursión con guías locales: aunque es fácil de llegar, siempre es más seguro con alguien de la zona y estamos ayudando directamente a miembros de la comunidad.
Es una caminata muy fácil, con paisajes fascinantes… El sendero está rodeado de un lado por un impresionante acantilado negro lleno de cuevas donde vivían los taínos y del otro por el océano Atlántico.
El paisaje es muy variado: orilla de mar, bosque bien sombreado, matas de coco, plátano y hasta cactus. De camino, podrán descubrir la llamada “boca del diablo": en la parte inferior de la roca hay un orificio por donde entran agua y aire que buscan salida, provocando un tremendo sonido al expulsar el agua y el vapor. ¡Impresionante!
Después de aproximadamente una hora de caminata, llegarán a una playa de fina arena blanca y aguas turquesas al pie del acantilado rocoso de unos 90 metros. Es este acantilado con sus cuevas que dan un ambiente tan especial a este lugar…
Se trata de una playa digna para la grabación de películas tipo Piratas del Caribe o Robinson Crusoe (ahí grabaron una serie internacional de televisión “Survivor"). Y este silencio… Solo escucharán la brisa en los cocoteros y, si gritan, ¡la resonancia de sus palabras!
Nuestro guía nos dijo que al llegar a Playa Frontón algunas personas lloran, y ni me sorprende… por mi parte no lloré, pero quede boquiabierta y deslumbrada por tanta belleza.
¿Qué llevar?
- Agua (mucha agua, aunque en el camino hay muchos cocos de agua, que los guías les abrirán con mucho gusto)
- Comida, a menos que organicen una salida con unas comidas incluidas
- Tenis bien cómodos (no recomiendo ir en chancletas, aunque se pueda)
- Zapatos para bañarse (hay mucha roca en la orilla de la playa y unos erizos)
- Ropa de playa, protector solar y un gorro por si lo necesitan (el camino se hace bajo palmas y matas de plátano, pero filtra la luz del sol).
- Si le gusta practicar snorkel no dejen su máscara y tubo. El lugar es conocido también por los amantes de la escalada de roca.
Si quieren desconectar de la locura de la vida en la ciudad, Las Galeras es su lugar ideal. El pueblo es muy tranquilo y hay varias opciones de hoteles o casas tipo B&B.
Etapa 2: Las Terrenas
Pero si quieren disfrutar de las bellezas de la provincia y, al mismo tiempo, tener un poco de “vida social", Las Terrenas es más recomendable.
El pueblo es muy cosmopolita: franceses, italianos conviviendo en armonía con los dominicanos. Pueden dar una vuelta gastronómica por el mundo sin salir de sus principales calles…
El día de nuestra llegada, comimos en la playa de Los Pescadores (atrás del cementerio). Bajo un techo, muchos puestos típicos vendiendo el típico pescado frito, atendidos por locales dominicanos. El sitio es muy acogedor, a la orilla del océano, decorado con dólares de arena, conchas de animales equinoideos que son parientes cercanos del erizo de mar y las estrellas de mar, así como otros accesorios típicos de zonas playeras.
Ahí, los mariscos están fresquecitos y a precios inmejorables. Me sorprendí de la calidad de los platos que nos sirvieron: nos deleitamos de pescados fritos y mariscos en salsa de coco (se dice que la región de Samaná acoge el mayor número de cocoteros por metro cuadrado del mundo). Nos gustó tanto la atención prestada que comimos donde la misma doña todos los días de nuestra estadía…
Tampoco se pueden perder los deliciosos postres y productos de panadería francesa o italiana que encontrarán a dos pasos.
Hay multitud de actividades turísticas que hacer en los alrededores de Las Terrenas (cascada El Limón, ruta del café, visita de fincas de cacao); pero si solo quieren desconectar y no gastar mucho dinero, los paseos en las playas son perfectos.
Los paisajes de la costa son muy variados, con rocas, arena blanca y agua turquesa…al empezar una caminata, nunca se sabe cuándo terminará. Si caminar no es lo tuyo, también puedes hacerlo a caballo.
Definitivamente, República Dominicana está llena de rincones bellos que hay que descubrir, con personas acogedoras que siempre los tratarán como reyes y creo que hay que apoyarlos ahora más que nunca.
Si son de playa, pueden descargar la app Costa Dominicana; y si prefieren sitios de interior, tienen la opción de ir a la web www.lasierra.com.do
Ya sea paisaje costero o de montaña, como extranjera residente, es un privilegio poder vivir en primera persona todo lo que el país tiene para ofrecer.